Sus personajes en los programas de “Chespirito” les dieron una merecieda fama que los acompañará por siempre. Por eso mismo, toda acción o anécdota que protagonicen siempre será comentada por sus seguidores. Esta vez, te contaremos la verdadera historia detrás del beso que se dieron María Antonieta de las Nieves y Édgar Vivar.
La actriz, oriunda de Santiago Ixcuintla, México, ha estado relacionada laboral y personalmente con más de un artista de la industria del entretenimiento. En ese sentido, en una ocasión fue relacionado sentimentalmente con su amigo y colega Édgar Vivar.
El hecho ocurrió a inicios de 2020, cuando se comenzó a rumorear que la “Chilindrina” y “Don Barriga” -personajes de “El Chavo del 8″- eran pareja. Incluso hubo unas imágenes en la que ambos salen dándose un beso en la boca. Frente a ello, la histrionisa salió a aclarar el hecho.
En una entrevista para Ventaneando, la celeb contó que el beso fue un accidente causado por una confusión, ya que había acordado con Édgar Vivar que ella le daría un beso en la mejilla, aunque el plan no quedó claro.
“Mi hija me hizo una fiesta sorpresa. Invitó a mis pocos amigos, tengo cuatro amigos, uno de ellos es Édgar Vivar. Entonces, mi hija pone muy bonita su casa en Navidad, preciosa y al verla Édgar me dice: ‘Quiero una foto con el árbol’, le dije: ‘Sí, pero que nos tomen una foto bien’ y le dije al fotógrafo: ‘Cuando yo diga tres voy a voltear para darle un besito en la mejilla a Édgar’ y entonces nos toman la foto. Uno, dos, tres y los dos volteamos al mismo tiempo”, aseveró De las Nieves.
“Édgar creyó que yo decía que él volteara a darme un besito y yo igual. Yo volteo a darle un besito y nos lo damos en la boca”, agregó.
“Cómo pueden pensar que a los cinco meses (de estar viuda) ella va a estar ligándose con un amigo de hace 50 años, de toda la vida, por favor. A él también le dio muchísimo coraje (Édgar Vivar)”, explicó la actriz que interpretó también a “Marujita”.
Relató que el beso les causó gracia en el momento. “Es como cuando uno saluda a una amiga o a un familiar, y sin querer le tocas los labios. No pasa nada, por favor. Pues así fue, yo le dije: ‘a las tres es el beso. Una, dos, tres’ y nos atacamos de risa”, puntualizó.
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