El capítulo 50 de “Love Is In the Air”, estrenada el miércoles 25 de agosto a través de Fox Turquía, llegó con una gran sorpresa para los protagonistas de esta historia de amor, quienes desde el inicio han luchado contra todo para poder estar juntos. A solo dos episodios para el gran final, ¿Eda y Serkan podrán estar ‘felices para siempre’?
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En “Sen Cal Kapimi” (en su idioma original) Eda y Serkan han pasado por mucho para disfrutar de su amor. La segunda temporada de la telenovela turca empieza cinco años después de los últimos eventos de la primera entrega, donde la florista se entera que su amado tiene un tumor en el cerebro. El salto temporal no explica bien qué pasa entre ellos, pero Eda regresa con una hija, llamada Kiraz. Al principio Serkan no sabe que es su hija y pasarán más de un problema para que, finalmente, termine amando a la pequeña. Y más cuando se entera que es suya.
Luego de la esperada boda de Eda y Serkan, la paisajista le dará una gran sorpresa a su esposo: está embarazada y, a diferencia de lo que sucedió con Kiraz, esta vez podrá disfrutar del crecimiento del bebé. El capítulo 50 de “Love Is In the Air” (undécimo de su segunda temporada) comienza con la protagonista revelando su estado: “Hay un pequeño Bolat. Tuya, mía y Kiraz”, dice.
¿QUÉ PASÓ EN EL CAPÍTULO 50 DE “LOVE IS IN THE AIR”?
De acuerdo con la sinopsis, “Cuando Serkan descubre que Eda está embarazada, el mundo se convierte en suyo. Ahora toda su concentración está en ella y su bebé. Sin embargo, esto será un desafío para Eda, como Serkan tiene miedo que algo les pase, se preocupará mucho y le hará la vida difícil. La joven florista, por otro lado, ocultará su embarazo a todos, por el momento, para que nadie más se preocupe excepto su esposo. Sin embargo, esto generará una mayor confusión”.
Dicho esto, luego que Eda le dice a Serkan que está embaraza, este queda en shock. No lo cree. “¿Estás realmente embarazada? ¿No es un sueño? ¿Estás embarazada? Estaré ahí todo el tiempo y haremos todo juntos”, dice el arquitecto que explota de amor y cariño cuando su amada le da la noticia. Él quiere gritarlo a los cuatro vientos y hacer una fiesta con su familia y amigos, pero ella le pide que sea precavido.
EL LADO OBSESIVO DE SERKAN
La noticia sacará el lado más obsesivo del futuro padre. Si de por sí ya era controlador y no se perdía ningún detalle, ahora no dejará tranquila a Eda. El empresario quiere que el médico que la ve sea bueno, por eso le pide conocerlo.
El doctor llega con un poco de retraso a la consulta y eso pone nervioso a Bolat, que se siente mareado. “¿La siguiente cita es dentro de un mes? Eso es mucho, creo que debería vernos cada dos días”, le dice al ginecólogo.
Por otro lado, aunque la pareja protagonista no quiere decirle nada a su familia, los síntomas del embarazo empiezan a hacerse notar. La tía de Eda y Melo se dan cuenta que tiene mucho más apetito, está cansada y tiene sueño todo el tiempo. De hecho, se duerme durante la reunión con un cliente importante para el nuevo Art Life, que afortunadamente no causa ningún problema con la empresa. Los amigos y familiares empiezan a preocuparse por Eda, pero los Bolat Yildiz no le dan importancia.
LA SORPRESA DE SERKAN BOLAT A EDA
Tras la noticia del embarazo, el arquitecto tiene también algo que decir. Serkan ha comprado una nueva casa y quiere que su familia se mude cuanto antes. Sin embargo, Eda está más preocupada por el dinero, ahora que tienen que ahorrar para el nuevo miembro; pero él la había comprado hacía años.
“¿Recuerdas que Pyryl y el equipo te preguntaban todo el tiempo qué tipo de casa te gustaría? Ventana, cortinas… Escribí todo. Pero no sé, quizás tus pensamientos, tus gustos, hayan cambiado. Tendremos un segundo hijo, así que no sé si quieres cortinas opacas para que no entre la luz. No toqué nada, pero en una habitación sí hice algo”, le dice mientras le lleva al cuarto que ha preparado para su futuro hijo o hija.
EDA Y SERKAN SON DESCUBIERTOS
La noticia del embarazo de Eda está a punto de ser descubierto. Durante una comida para recibir a la suegra de Aydan, Melo se da cuenta de un pequeño detalle. “Si este ácido fólico no es de Pina ni mío... ¿de quién es?”, pregunta. Las miradas se dirigen a Eda, que no le queda de otra que gritar que está embarazada.