No cabe duda de que Ivonne Montero es uno de los personajes más queridos en el mundo del entretenimiento de habla hispana, recordemos que ganó la segunda temporada de “La casa de los famosos”, donde se dejó ver tal y cómo es. Si bien, tiene un carácter fuerte, ella no puede dejar de sentirse vulnerable cuando habla de su hija Antonella, fruto de su relación con el fallecido cantante Fabio Melanitto. Y es como es sabido, la pequeña nació con cardiopatía congénita compleja, enfermedad que ahora la llevaría a ser sometida a una cirugía a corazón abierto.
Como se recuerda, la menor fue operada por primera vez del corazón cuando solamente tenía nueve meses de nacida; sin embargo, podría regresar al quirófano. ¿Por qué? La actriz mexicana reveló las razones, y aunque muestra preocupación, su fortaleza y determinación la hacen ver como la gran madre luchadora que es.
¿QUÉ LLEVARÍA A LA HIJA DE IVONNE MONTERO SER SOMETIDA A UNA CIRUGÍA A CORAZÓN ABIERTO?
De acuerdo con Ivonne Montero, su hija Antonella pasaría los próximos meses por el quirófano, debido al mal que padece desde que llegó a este mundo, algo que dependerá de los resultados de los análisis a los que es sometida.
“Le detectaron ciertas cositas, detalles, que pueden ser indicios de que ya necesita la cirugía de corazón abierto, que es ponerle una prótesis para poder cerrar las valvulitas que quedaron abiertas porque ampliaron una arteria; entonces no cierran, tiene un soplo un poco fuertecito y me la mandaron llamar cuatro meses después. Tiene tres fechas de estudios y dependiendo de esos resultados es que nos dejarán saber si ya es candidata para entrar a cirugía, esperemos que no”, señaló en entrevista a “Ventaneando” el 30 de diciembre.
Si en caso se determina que debe ser operada, pasará por una cirugía a corazón abierto con el fin de mejorar su calidad de vida.
LA MENOR TAMBIÉN TENDRÁ UNA CIRUGÍA PLÁSTICA
Montero también explicó que su pequeña pasaría por una cirugía plástica para eliminar la imperfección de su nariz. Contó que el médico le recomendó que debería ser intervenida después de que cumpla 7 u 8 años.
“[Esa edad] es cuando ya la fisonomía es un poquito más, ya no va a cambiar tanto; el otorrino nos había dicho que desde los 2 años podíamos hacerlo, pero estamos esperando hasta que sea el momento indicado, los tiempos de Dios”, manifestó.
Asimismo, precisó que esta imperfección no afecta su salud, sino que lo haría por un tema estético, decisión que como madre tomó, pues recalcó que su niña no tiene problemas con ella y es muy segura de sí misma.