La noticia de que la reina Isabel II no recibirá en el palacio de Buckingham el próximo 6 de setiembre al saliente primer ministro del Reino Unido y al que lo sustituirá, llamó la atención de propios y extraños, más aun al conocer que este histórico cambio de sede responde a recomendaciones por el actual estado de salud de la monarca. A propósito de ello, recordaremos algunas singularidades de la reina, como sus suntuosos relojes.
Esta es la primera vez que un jefe del Ejecutivo debe viajar a Escocia, al castillo de Balmoral, para este importante evento constitucional con la reina Isabel II. La decisión de que el cambio de mando se efectúe en la residencia de verano de la monarca responde a dar seguridad a la agenda del nuevo primer ministro (a) y evitar tener que hacer cambios de última hora si la reina tuviera problemas de movilidad.
La reina, que ha tenido 14 primeros ministros durante todo su reinado, se ha enfrentado a “problemas de movilidad episódicos” en los últimos meses, lo que le ha obligado a reducir sus apariciones públicas. Así, durante su jubileo se ausentó de casi todas las presentaciones salvo cuando apareció en el balcón del palacio de Buckingham junto a su familia.
Confirmado que la reina Isabel II recibirá en Escocia a Boris Johnson, saliente primer ministro, y a su reemplazante -que puede ser la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, o el exministro de Finanzas, Rishi Sunak-, la actual monarca se encuentra ante el quiebre de una tradición.
Y es que será la segunda vez en la historia del Reino Unido que un nuevo primer ministro (a) tome el mande en un escenario que no es el palacio de Buckingham.
Según los historiadores, los nuevos primeros ministros fueron recibidos siempre en el palacio de Buckingham desde el reinado de Victoria (entre 1837 y 1901), con excepción de Herbert Henry Asquith, que en 1908 viajó a la localidad francesa de Biarritz para que ver al rey Eduardo VII y asumir así la jefatura del Gobierno.
Mientras esperamos que el histórico día llegue te mostraremos algunos de los relojes de colección que ese día bien podría lucir la realeza o algunos de sus descendientes.
Una de las piezas más exclusivas que tiene es el Contemporary Jaeger-LeCoultre Caliber 101, una pieza especial que la maraca le regaló a la reina para celebrar su Jubileo de Diamante en 2012. Es una versión moderna del Calibre 101 usó el día de su coronación en 1953.
Uno de los relojes suizos favoritos del príncipe de Gales es el Fleurier Toric con caja de oro y correa de cuero negro de Parmiagiani. El reloj tiene un diámetro de 39 mm y presenta manecillas azuladas, una ventana de fecha entre la 1 y las 2 en punto y números romanos. Están las tres subesferas, un doble bisel estriado y detalles azules aún más sutiles en la corona de oro, situada entre dos pulsadores.
A él siempre se lo puede ver con un Omega Seamaster Professional 300M de tamaño mediano, que le regaló su madre, en su muñeca izquierda.
Entre la colección de relojes de la extinta Lady Di se encontraba un Vacheron Constantin 4481 de 1947 engastado con diamantes, que le regaló la reina Isabel II.
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