Reconocido mundialmente por obras animadas como “La forma del agua” o “Hellboy”, el prestigioso director Guillermo del Toro regresará al cine animado por la puerta grande con el filme en stop motion “Pinocho”, película que marcará un hito tras 16 años de descanso en este ámbito de digitalización y efectos especiales. Conoce más aquí.
Regreso esperado. El conversatorio en línea suscitado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) no solo trajo estrenos y cintas revelación de talla internacional, sino también marcó el retorno del director mexicano Guillermo del Toro.
“Cuando inicié en el cine lo hice con cortos de animación en plastilina, en Súper 8. Luego, Rigoberto Mora y yo hicimos pininos con plastilina en comerciales o pequeños cortos de él”, sostuvo.
Eso sí, el también guionista y escritor confesó que antes de manejar el timón del largometraje animado tomó algunas nociones de ésta rama del cine en proyectos anteriores.
“Al terminar El Laberinto del Fauno me plantee una idea que he logrado hacer, que es volver a la animación, pero con una curva muy grande, pasando por equis años produciendo películas en Dreamworks y produciéndole a Jorge Gutiérrez El Libro de la Vida, si no lo apoyamos en ese momento, no se hace”, reveló el nacido en México.
“Esa curva termina llevándome a Pinocho y más allá. Yo quiero seguir dirigiendo animación. Tuve el aprendizaje muy interesante de codirigir episodios en Trollhunters, que ayudó mucho, y en el caso de Pinocho es una trayectoria de 16 años más o menos me llevó hacerla”, continuó el director de películas como “Espíritus oscuros”.
ROMPIÓ EL MOLDE
En otro momento de su elocución, el realizador de cintas y películas añadió que rompió ciertos pasajes de la historia original para reforzar la esencia del protagonista y lo que ansia brindar a toda su audiencia.
“A mí me interesaba mucho que no fuera a favor de las buenas costumbres y la estructura que la mayoría de los Pinochos tiene: si no eres obediente, es malo. En esta versión es bueno ser desobediente, es bueno no seguir órdenes. En la mayoría de los Pinochos también es: si te transformas en niño de carne y hueso te haces niño verdadero. Yo no creo en esa transformación, creo que para ser quien eres no tienes que traicionar tu naturaleza. Son cosas muy importantes, para mí, por lo que está ligada a El Espinazo del Diablo, Nightmare Alley y El Laberinto del Fauno. Es una parte importante del imaginario mío”, finalizó Del Toro.