El actor mexicano regresó a las grandes producciones melodramáticas con la esperada novela “Mi camino es amarte”. Gabriel Soto, quien en 2023 contraerá matrimonio con su novia rusa Irina Baeva, es el estelar de la nueva telenovela de TelevisaUnivision que se estrenó el último 7 de noviembre, y en su rol de estrella reveló algunos detalles de la grabación de la misma.
El histrión, natural de Ciudad de México, ya había trabajado en dos producciones en este 2022. Fue parte del elenco de “Amor dividido” y “La madrastra”. No obstante, la recién estrenada novela lo vuelve a poner como protagónico.
A sus 47 años, Gabriel Soto asegura que esta oportunidad le cae en el mejor momento mental y emocional de su vida. En ese sentido, señaló en una reciente entrevista los retos y curiosidades que tuvo que pasar para filmar la novela antes mencionada.
El celeb dialogó con la revista People en español y allí comentó cómo vivió la grabación de la novela que se emite por la señal de Las Estrellas.
Le consultaron cómo le ha modificado la rutina grabar esta novela. “Grabar telenovela es no tener otra vida más que la telenovela. Son jornadas de 16 horas de lunes a sábado, evidentemente tu vida cambia, eso no te permite tener el tiempo que a uno le gustaría poder compartir con lo seres queridos, en este caso, con mis hijas”, expresó Soto.
No obstante, la experiencia de estar frente a cámaras con grandes artistas siempre le es reconfortante. “¿Recuerdas alguna anécdota que ha pasado durante la grabación?”, le interrogaron. “Estábamos grabando la entrada de la telenovela en un restaurante a la entrada de Querétaro y empezó a llover, metimos las cosas, luego dejó de llover, sacamos todas las cosas, luego empieza a granizar, volvimos a meter las cosas y luego pasó algo mágico: este proyecto está con una bendición porque vimos un arcoíris doble con los trailers y nos salimos a grabar con el arcoíris”, relató.
“Mi camino es amarte” narra la historia de Guillermo ‘Memo’ Santos Pérez, un hombre que trabaja manejando un tráiler y que al querer formar una familia le pide matrimonio a Úrsula, quien esconde un oscuro pasado.
Aparentemente, todo marcha bien en su vida hasta que su exnovia Olivia, quien murió, le confiesa en una carta que tuvieron una hija a la que dio en adopción, por lo que pide buscarla en casa de sus padres adoptivos: Daniela Gallardo y Fausto Beltrán.
En su afán de querer conocer a su hija, Memo llega a la mansión, pero es confundido como el nuevo asistente de Daniela, algo que aprovecha para tener mayor acercamiento a Isabella. A la par, él se gana la confianza de la mujer que crio a la pequeña, es así que se entera que su matrimonio es muy triste y solitario, siendo su único motor la niña.
Poco a poco empiezan a sentir amor mutuamente, pero deben callar porque ambos tienen pareja. es así que enfrentarán diversas dificultades.
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