¿Quién es Emiliano Martínez? Es la pregunta que surge cuando algún comentarista menciona al arquero argentino por su nombre de pila. Porque al número 23 de la selección que alzó la Copa del Mundo en Qatar 2022 lo conocen como el Dibu, el Dibu Martínez, si quieren, el portero clave en la épica final entre Argentina y Francia, tanto en los 90 minutos como en los penales que le dieron la estrella número tres al equipo de Lionel Scaloni.
El Dibu, de verde, confundido con el gramado, se estiró hasta el último centímetro para frenar el tiro de Randal Kolo Muani en el último minuto extra del encuentro. Evitó el cuarto gol de Francia que pudo haber frenado todos los sueños de los seguidores de la selección argentina y, en especial, de Lionel Messi.
En la tanda de penales, Martínez siguió haciendo historia, atajando el penal de Kingsley Coman y haciendo su propio partido con sus gestos para disminuir a los rivales. Una de las pocas verdades absolutas del fútbol es que necesitas a un gran arquero si quieres campeonar cualquier cosa, desde un campeonato del barrio hasta un Mundial. Y el Dibu lo terminó de confirmar.
Damián Emiliano Martínez, jugador del Aston Villa, 30 años, nacido en Mar del Plata, siempre será recordado como el Dibu Martínez, el arquero excéntrico e irreverente de la selección que ganó el Mundial de Qatar 2022. Pero qué se sabe de su apodo. ¿Te suena? Si creciste mirando televisión en los 90, quizás tengas unas sospechas que podrían darte la razón.
A Emiliano Martínez le dicen el Dibu por una serie aparecida en 1996 por Telefé: “Mi familia es un Dibujo”. El programa, que fue emitido en otros países de Latinoamérica, tenía como protagonista a Dibu, una caricatura que nació en medio de una familia de personas de carne y hueso.
¿Y qué tiene que ver esto con Martínez? ¿Era su caricatura favorita? El mismo arquero argentino se encargó de explicarlo en una entrevista con “La caldera del Diablo” del club Independiente, donde se formó: su familia lo empezó a llamar así porque de niño se parecía al Dibu de la tele: compartían las pecas y el color del cabello.
El portero mundialista, en ese entonces, tenía cuatro años pero el apodo se mantuvo hasta después de muchos años, sin que le molestara. Ahora, después de más de dos décadas, el Dibu ha quedado inmortalizado como parte de la leyenda que se contará en el futuro sobre las grandes atajadas de Martínez en la tercera época dorada de la selección de Argentina.
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