Desde su estreno el 20 de junio de 1971, “El chavo del 8” se convirtió en la serie mexicana más exitosa de todo el mundo. Criticada por algunos y elogiada por muchos, la producción creada y protagonizada por Roberto Gómez Bolaños lanzó a la fama a su pequeño elenco de actores, siendo uno de ellos el reconocido Édgar Vivar.
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Vivar conquistó el corazón de los televidentes con sus grandes interpretaciones de ‘Ñono’ y ‘El señor Barriga’, dos personajes que eran hijo y padre, respectivamente. Así mismo, el actor participó en otra famosa producción de Bolaños llamada “Los Caquitos”, dando vida al ladrón ‘Botija’.
Si bien desde su debut en las pantallas, hace más de cinco décadas, es conocido todo el trabajo que ha hecho en decenas de programas y películas a nivel internacional; son pocos los que saben a que se dedicó antes de todo eso. A continuación, entérate de qué se trata.
ÉDGAR VIVAR ANTES DEL ‘’CHAVO DEL 8″
Una imagen compartida por el medio ‘Radio Gente’ mostró a Vivar desempeñando su labor como médico. El actor se licenció de medicina en la Universidad Autónoma de México en los años 60, tiempo después de egresar del Centro Universitario de Teatro, profesión que empezó a ejercer desde 1964.
¿CÓMO INGRESÓ AL PROGRAMA?
Fue en 1970, cuando trabajaba en el sector de la salud, que es contactado por el mismo Gómez Bolaños para ser parte del elenco de “El Chavo del 8”. De hecho, Édgar fue el segundo artista al que ‘Chespirito’ contactó para trabajar en el exitoso programa televisivo, justo después de Florinda Meza.
ÉDGAR VIVAR ES RECONOCIDO EN EL PERÚ
En el 2019, el actor mexicano compartió en sus redes sociales la fotografía de un diploma que le otorgaron en la ciudad de Arequipa, Perú. A la mencionada ciudad asistió la estrella para brindar un momento de diversión a los niños que se encontraban hospitalizados en un centro médico de la localidad.
“Mil gracias!!! Es bueno renovar votos de compromiso con la Vida. Aliviar el dolor humano a través del Teatro también es terapéutico -y para mi- gratificante . Estoy conmovido por el diploma pero sobre todo por el cariño de los pequeños que a pesar del dolor aún sonríen”, escribió como leyenda Vivar.