Las críticas y cuestionamientos en el mundo del espectáculo son moneda corriente. No obstante, para aquellos artistas que deciden seguir los pasos de su padres, el rigor y la presión mediática suelen ser mucho mayor. Eso viene experimentando a sus 17 años, Mía Rubín, hija de los actores Erik Rubín y Andrea Legarreta, quien, no obstante, toma las circunstancias con una grata madurez.
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Mía, al igual que su hermana menor, Nina, están habituadas a convivir con el ambiente artístico. Y es que ambas, desde que llegaron a este mundo, se vieron inmersas en el día a día de sus padres, la también presentadora de TV y el además cantante.
En ese sentido, la hija mayor de Andrea Legarreta asegura que sus padres le han concientizado respecto a los pro y contras que tiene el trabajar en la industria del entretenimiento y lo fundamental que es ser equilibrado a la hora de manejarse en todos los aspectos de su vida.
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En una reciente entrevista con el programa De primera mano, la incipiente cantante dio una respuesta respecto a cómo afronta las críticas o comparaciones por seguir la carrera de sus progenitores, que sorprendió para bien a muchos.
“He tenido unos papás que me han hecho muy consciente acerca de lo que pueden causar los vicios, y lo que puede causar el tal vez perder los pies de la tierra. He tenido unos papás muy conscientes acerca del mundo del espectáculo que puede llegar a ser tóxico o puede ser peligroso, pero también tiene unas cosas hermosas e increíbles”, aseguró.
Mía Rubín hace bastante hincapié en sus padres y es que el rol que han jugado ambos para que la mexicana decida ser artista ha sido fundamental: “Mis papás, desde que soy chiquita, me han dicho de lleno: ‘Tú vas, tú sigue tus sueños, te apoyamos’, y pues no podría pedir algo mejor porque para mí lo más importante es el apoyo de mi familia... Y desde que estaba chiquitita lo han hecho”.
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La cantante, que actualmente forma parte del espectáculo Cumbia Machine Tour en el que comparte escenario con su padre y cuyo cartel incluye a distintas figuras de la música, como Víctor García, con quien Mía grabó el tema “No puedo ver la luz”, reveló qué es lo más complejo para ella desde que optó por ser artista.
“Yo creo (que) para mí ha sido más difícil soltar porque es ‘Ok, voy a estar expuesta a todo el mundo del espectáculo, desde lo más hermoso, hasta lo más tóxico. ¿Estoy realmente preparada para eso? Yo creo que fue más una reflexión propia”, afirmó.
Asimismo, y con mucha sencillez, Mía Rubín aceptó que la vulnerabilidad es parte de todo artista. “Uno nunca está listo para recibir algo tan intenso (la presión mediática), pero uno ahí tiene que seguir, luchando por lo que quiere, por sus sueños, y pues aquí estoy luchando y esperando tener una carrera muy bonita”, puntualizó la celebs de Estados Unidos.
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