Quizá no muchos recuerdan a la actriz Allison Lozano, conocida mediáticamente como Allison Lozz, pero su imagen fue popular entre los programas que vieron la luz desde el 2002 hasta el 2008. La mexicana parecía estar en un buen punto de su carrera; sin embargo, de un momento a otro decidió retirarse de las pantallas.
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La ahora joven de 28 años es una madre de familia que radica en Estados Unidos junto a su esposo y dos pequeñas hijas. Atrás quedó su vida como actriz y ahora se dedica a ser consultora de maquillaje. Lozano es una fiel testigo de Jehová y como anunció en algunas entrevistas, no planea regresar a la televisión.
Para ella la familia es lo primero y es a lo único que desea dedicarle tiempo; además, ha confesado que sus años en el mundo del entretenimiento solo le trajeron problemas. ¿Qué fue lo que reveló? Sigue leyendo.
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A diferencia de lo que se cree de los famosos, sus vidas pueden llegar a ser muy austeras o al menos eso señala Lozz en base a su experiencia. La protagonista de “En nombre del amor” destapó todos los secretos del mundo artístico en su país y no se guardó nada:
“Se sorprenderán que muchos de mis compañeros actores y mi familia y yo éramos muy, muy pobres económicamente. Pagando renta, viles y la aparente vida lujosa que lleva un artista hacía que el poco dinero que nos daban se fuera allí”.
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Estas revelaciones impactaron a sus seguidores, quienes jamás imaginaron que sus estrellas favoritas del momento fueran tan mal retribuidas y que, adicional a esto, tuvieran que hacer gastos de más para alimentar la imagen de pudientes que aparentaban.
Así mismo, Allison señaló que la única forma de poder recibir un aumento en su cuenta bancaria era a través de los trabajos paralelos a causa de su imagen pública: “Si no hacías comerciales externos realmente no ganabas nada”.
De todos los proyectos en los que participó, el show que menos beneficiaba a su elenco era el de “Al diablo con los guapos”, donde vio a sus compañeros hacer malabares con lo poco que tenían para mantener su falsa vida. A la producción de la novela no le interesaban sus talentos y solo los veía como cifras.
“Y no puedes pedir más dinero porque te dicen que no eres indispensable. Te exigen que aún sintiéndote muy enfermo por tanto trabajo sigas y sigas”, escribió Lozano en su cuenta de Instagram.
Finalmente, añadió que voltear a ver lo que fue su adolescencia le genera sufrimiento, pues fue una etapa dura donde no fue valorada como debía: “Son tragos muy amargos que cuando recordamos mi vida en el medio artístico aún duelen”.
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