Beto Ortiz llega a ‘Café con la Chévez’. El polémico periodista contó detalles de su carrera televisiva, sus altibajos, sus broncas con otras figuras de la farándula y mucho más. Además nos habla de su debut en la pantalla grande con su película ‘Corazones vándalos’.
En otro momento, el exconductor de ‘El valor de la verdad’ recordó sus años como asilado en Estados Unidos, donde tuvo que lavar ollas y sartenes en un sótano para sobrevivir.
Finalmente, Beto Ortiz lamentó la situación que atraviesa su amigo Mauricio Fernandini, quien se encuentra con prisión preventiva, y aclaró que nunca ha dicho que sea inocente pero tampoco le pateará la cabeza en el suelo. El café está servido.
Estás próximo al estreno de tu película...
Es un proyecto que comencé en 2013, son 10 años, yo empecé a fines de 2013 y me rompí la columna, cuando salía con corsé en El Valor de la Verdad, que parecía una tortuga, y eso interrumpió el inicio del taller y luego volví en silla de ruedas al penal... han pasado 10 años y han pasado varios episodios de la historia contemporánea del Perú que han impedido salir... hechos trágicos, muertes, epidemias.
¿Qué es de los chicos de tu taller en el penal?
De los 40 alumnos del taller literario, salieron en libertad todos, volvieron al penal tres, lo cual me da un índice de éxito de 37/3, no está mal, y uno se gradúa en la universidad San Martín este año, imagínate de pasar de ser un ladrón preso a ser un bachiller en comunicaciones en la San Martín, hay una gran distancia. Era un demonio, pero ya ahora ha cambiado pues, la gente cambia, sí es posible.
¿Cuándo es el estreno de tu película?
Hay dos estrenos. El avant premiere es en la cárcel, que es el escenario de la película, esto va ser el 15 de setiembre en Ancón 2. Después, el 28 de setiembre es el estreno a nivel nacional. Es normal que mucha gente tenga miedo de ir a ver la película en la cárcel, pero estoy tratando de que vayan varias personalidades, el ministro de Justicia debería estar, va estar el presidente del INPE, deberían estar alcaldes, congresistas, conductores de televisión, periodistas, me encantaría.
¿Recibes críticas?
En redes leo comentarios antipáticos que dicen que me quiero lavar la cara, pero no, no quiero, esto no es algo que yo hice por el prójimo, es algo que hice por mí. Muchas veces yo quería que se acabe todo, por muchas cosas, pero sobre todo por la muerte de mi madre, que fue un cataclismo personal del que no me he recuperado ni me voy a recuperar, creo que ese tipo de pérdidas son pérdidas con las que te acostumbras a vivir, ese dolor te acompaña siempre, el reto está en cómo lo procesos.
¿Cómo fue ‘El valor de la verdad’ para ti?
Yo estaba en un momento en el que hacía un programa en piloto automático, que era El Valor de la Verdad, que irónicamente es el programa más exitoso y al mismo tiempo para mí, el más fácil de hacer. Nunca usé el audífono como Leiva, me distrae, la única vez en la que usé el frejolito ha sido en EVDLV porque yo me negaba a dedicarle horas hombre u horas gay al hecho de estudiar la vida de Alejandra Baigorria, la Tigresa del Oriente, Jenny Kume.
Así...
No es que me sienta un intelectual ,pero si tengo un libro de Onetti o de Juan Rulfo que no he terminado, no me voy a poner a leer la vida de la Tigresa del Oriente. Yo dije, ‘ustedes me soplan todo y yo voy hacer de cuenta que me sé sus vidas, no me interesa’, yo no sabía ni el verdadero nombre de la Tigresa del Oriente y todo me lo soplaban (por el auricular). Era muy gracioso porque a medida que se desarrollaban las entrevistas, me iban dictando. Pepe García, que ahora es productor de Magaly, me decía ‘Beto, acuérdate que la Baigorria antes de estar con Guty estuvo con fulano’ y yo le decía EN VIVO ‘Yo me acuerdo que tú... corrígeme si me equivoco...’ no sabía ni quién era ella, pero me hacía el experto. El programa fue un boom y yo lo hacía con la mano izquierda y dormido.
¿Cómo empezaste a grabar la película?
Esto no empieza como una película, empieza como un taller o como una válvula de escape, irónicamente yo quería escapar y me metí a una prisión. Después de varios meses, mi productor me dijo ‘por qué no vamos a grabar’, yo no sabía si nos iban a dejar, pero la gente del INPE me veía como uno más del equipo porque me veían todo el día y ya estaban acostumbrados y un día le dije al director del penal si podíamos grabar y me dijo ya. Llegaba con la cámara, no nos revisaban nada y empezamos a grabar, pero era un reality, era la vida transcurriendo, yo no estaba reportando ni tratando de averiguar ni preguntar nada, eso también era una regla. Cuando yo llegué, les dije ‘no me interesa lo que hayan hecho y ustedes tampoco me pregunten qué he hecho’.
¿Cómo fue tu época en Nueva York?
Hice casi de todo, pero el trabajo más duro en Nueva York fue lavar ollas, lavar sartenes, yo trabajaba en una cocina en un restaurante en Nueva York, ahora suena muy glamoroso, pero no tenía nada de glamoroso, lo que hacía era fregar sartenes pegoteadas y en una cocina de alto tránsito, los cocineros y los ayudantes de cocina tienen un cerro de sartenes al lado y fríen algo y lo tiran al lavadero, entonces ‘don pelotas’ tiene que estar rascando las sartenes ocho, diez, doce horas, haciendo solamente eso, entonces el trabajo físico, que es una estupenda lección de humildad para cualquiera, me permitía no pensar, solo piensas en lavar esa sartén rápido. Me pagaban ocho dólares la hora, pero trabajaba como 12 o 13.
Cuidaste a una niña también...
También cuidé a una niña, tengo comunicación con ella, tengo comunicación con todos, allá hice muy buenos amigos y de hecho la diferencia entre el exilio neoyorkino y el exilio mexicano es esa, que hice muchos amigos en Nueva York pero en México ninguno. Sí salía pero la diferencia está en que en Nueva York tuve que salir a buscar chamba, tuve que hacer contactos, recorrer todas las redacciones de diarios hispanos, los canales, pero como no era legal, no podía trabajar en mi rubro. No era indocumentado, tenía la visa de periodista, había entrado a hacer un reportaje, larguísimo, no acababa nunca, entré en junio de 2003 y regresé al Perú en octubre de 2006, pero nunca estuve de ilegal, pero como los esbirros de Toledo se esmeraron en hacerme polvo en los medios, yo tenía videos en los que Olivera decía que yo era un delincuente y que cuando regrese me iban a meter preso, ese video yo lo llevé a las autoridades americanas y no podían creer que un ministro de Justicia hable así de un periodista y me dieron el asilo. Cuando me dieron el asilo, busqué trabajo en mi rubro, fui reportero del noticiero de Telemundo, pero me aburrí. Las notas que me mandaban hacer no me interesaban, la materia prima de nuestro oficio es nuestra curiosidad, si el tema no te importa es una miseria. No duré mucho por aburrimiento, pero debo decir que la cobertura allá... salías con la unidad móvil que tenía dentro la isla de edición, el Switcher, salías en vivo a la calle, esa experiencia fue interesante pero los temas no me interesaban.
Qué fue más duro ¿Estar en Nueva York o perderlo todo con la discoteca ‘Papá Piraña’?
Yo me paso la vida perdiéndolo todo, estoy acostumbrado. Papá Piraña fue la peor decisión de mi vida. No puedes mezclar los negocios con el amor, cuando mezclas eso lo más probable es que el negocio salga mal y el amor también y alguien se haga millonario y ese no eres tú. Eso fue lo que pasó. Cuando yo me voy, toda la campaña del gobierno de Toledo en mi contra por el caso Almeida, era la cereza del pastel de una sucesión de malas decisiones, despidos, cierres de programas, derrotas, bancarrotas... yo no quería ser un exfamoso al que señalan en la combi, entonces si ya estás en la ruina, que no te vean.
Para la inauguración de Papa Piraña llevamos a todo el elenco de ‘Baño de Mujeres’ de Alex Otiniano en un avión de Aerocontinente fletado especialmente para el evento. Imagínate el nivel de enfermedad mental, me creía Chibolín, así estaba desquiciado. Usaba unas camisas como las de Ferrando, mi pelo era color azul.
¿Cómo afectó pintarte el pelo a tu calvicie?
Cuando fui a una sesión de estas de implante capilar... en esa época me pintaba el pelo de colores, pero no por la discoteca, sino por el programa, lo que hace Chibolín era Astrid y Gastón al lado de lo que yo hacía en esa época. Era como la casa de una familia de clase media de Iquitos, tenía muebles de terciopelo rosado, tenía estos clásicos adornos de tía misia, el gato dorado, el cisne de murano, y claro, para hacer juego con eso, salía con camisas chillonas y con el pelo de colores variados, por lo que me quedé sin pelo. Duró un año, no sé cómo, debió durar menos.
¿Qué pasó con Mónica Adaro en Papá Piraña?
Yo creo que ella tuvo algún romance en ese viaje... conmigo no. Hay algunas personalidades públicas que sabiendo lo que todos sabemos me sirean, no sé, será un desafío, yo lo entiendo porque siempre he coqueteado con hombres heterosexuales, cuál es el reto si no. Creo que es un reto también para muchas chicas coquetear con un chico gay.
¿Tuviste un romance con una mujer colega en Nueva York?
Era una cosa excéntrica. Tú no sabes tu identidad sexual hasta que tienes frío. Los soldados duermen empiernados, no es falta de ganas, es falta de frío. Es bien loco porque ese sí fue un romance, volamos alto, nos fuimos lejos, con proyección fue. Es que una mujer se sorprende de que un hombre gay funcione porque asumen que todos somos impotentes o pasivos y no, no me encasillé, además, el estímulo está, el cuerpo responde. Nunca digas nunca. Fue muy simpático, fue muy divertido jugar a la familia feliz
¿Fue una relación?
No fue un choque y fuga. Ella es una colega de un medio y es de la corporación además... no escribe ni toma fotos, pero es de prensa escrita, qué queda. Se mudó, tan malo no debo ser porque se mudó y ella venía de visita a Nueva York y se mudó y además supongo que se proyectó porque yo tenía el asilo y la residencia e iba tener la green card y nos íbamos a nacionalizar. Fue una experiencia nueva porque de pronto una mujer se muda a mi cuarto y empieza a llenar mis cajones con Victoria Secret, nunca había tenido tanta lencería en mi vida.
¿Es la única experiencia sexual que has tenido con una mujer?
No, yo he insistido pero no se puede, es inútil, la cabra tira al monte, pero sí, he tenido enamoradas, novias, porque si no no puedes saber pues.
¿Te morías por Paolo Guerrero?
De pronto, cuando Paolo tuvo billete, todas las hembritas ricas con apellido compuesto se fijaban en él, yo fui precursor. Yo he ido al programa de Bayly en 2006, cuando volví de Estados Unidos, y decía que a él le encantaba Pizarro y yo le decía que a mí me gustaba Paolo Guerrero.
¿Te atreviste a jugar una pichanguita?
Eso fue una apuesta, fue un infierno, pero al menos lo pude perseguir en la vida real (a Paolo). Yo le decía a Aldo, ‘oye, pero esas patitas de garza que tiene’, yo tengo mejores piernas que Paolo Guerrero, él no tiene pantorrillas, unas patitas de palito.
¿Tu amistad con Carla García nunca ha ido más allá?
Hemos chapado, pero un chape no se le niega a nadie, fue en televisión. Yo entrevisté a Alan en ‘Abre los ojos’ en el año 2012 y en el programa siguiente hicimos un detrás de cámara de la entrevista porque cuando Alan se sentaba hablaba tres horas y media, pero grabamos en los comerciales y ahí me estaba contando una anécdota de Haya de la Torre.
¿Qué pasó?
Lo llamó ‘cojudo’, para el APRA eso es blasfemia, yo no medí las consecuencias, pero lo pusimos al aire y Carla era la invitada del programa siguiente, Carla vio eso al aire, se puso pálida y vinimos de pausa. Carla, que es muy inteligente, dijo, ‘vamos a cambiar el titular, chapemos’. Al otro día el titular fue ‘Carla y Beto chaparon’ y no ‘Alan le dijo cojudo a Haya de la Torre’. Después fuera de cámaras hubo otro chape pero ese no te lo puedo contar porque soy un caballero.
¿Alguna vez le has planteado a Carla García ser padres?
No, es un poco tarde. Yo dije eso pero después de que Moran tuvo hijo y todos los cabros tienen hijos, ya no, ya no, aburrido, ya no, hay que ser original. Ya lo descarté, la verdad yo me llevo bien conmigo mismo, disfruto de mi compañía, no me imagino a un chibolo berreando alrededor mío, seguramente lo estrangularía. Ser hijo único es solitario, me hubiera gustado tener un hermano pero así me tocó y probablemente si hubiera tenido hermanos no hubiera dibujado tanto, no hubiera escrito tanto, no me hubiera dedicado a lo que me dedico. Yo veo gente que se tortura diciendo que está solo, que cómo van a ir al cine solo, al cine se va solo, no se va a conversar, a menos que quieras chapar, pero ahora ya nadie va al cine a chapar. No es algo que me interese, pero no por eso soy un ermitaño o un antisocial, estoy todo el tiempo rodeado de gente y trato de inventarme eventos para socializar.
¿Recuerdas cuando regresaste a Perú y te secuestramos para ir a comer pan con chicharrón?
Yo veo fotos de esa época y ya me parece que es otra vida, ya no parece que fuera yo. Tú eres diferentes personas en el tiempo y me veo y parece que fuera otro.
¿Crees que Shirley Cherres estuvo con Alan García?
No... sabemos cuál es el perfil de las mujeres de Alan, todo bien con Shirley pero a Alan le gustaban las mujeres distinguidas, Shirley es una porrista y no encaja con el perfil, me parece. Ahora yo no sé, no estaba ahí. Pero ahora que lo mencionas, cuando fuimos a la Feria del Libro, Carla estaba de muy mal humor por eso, a nadie le hace gracias que aparezca una modelo y anfitriona a decir que se hizo a tu papá cuando tu papá ya murió. Ella estaba de mal humor, casi que no tenía ganas de ir a la feria al evento. Lo que convivimos fue ‘lo que no puedes disimular, exagéralo’. Le dije ‘por qué no comenzamos insultándonos, vamos a hacer una lista de todas las cosas horribles que nos dicen en las redes y nos las decimos’ y salió fantástico.
¿Qué opinas de la situación de Mauricio Fernandini?
No puedes deshacer 30 años de amistad por un acto indebido, incorrecto, delictuoso, ilegal, el que fuera... Mauricio nunca ha dicho que es inocente, yo nunca dicho que es inocente, él es consciente de su responsabilidad, pero de ahí a que exista la necesidad de patearle la cabeza en el suelo al unísono entre todos los periodistas del Perú hay una gran distancia. No me voy a sumar a ese cargamontón de ninguna manera, ni para quedar bien, ni por rating, ni para que Wong se quede más contento conmigo, de ninguna manera porque la amistad está por encima, los trabajos pasan, los amigos quedan.
¿Has ido a visitar a Mauricio al penal?
Todavía no, pero nos hemos intercambiando correspondencia, muy divertido además, porque como ahora tiene todo el tiempo del mundo está escribiendo mejor que nunca, escribe unas cartas fantásticas. Entiendo que está no dando clases, pero sí participando de talleres y aprendiendo cosas nuevas, cerámica, panadería, cosa que yo también haría. Si finalmente la fatalidad o tus malas decisiones te llevan a ese lugar, pues sácale el jugo. Evidentemente tienes todo el tiempo para leer, allá no tienes celular y como te decía, yo soy amigo de Mauricio desde el inicio de Panorama, el 93, hace 30 años, y si en vez de haber hecho lo que fuere que hizo, hubiera matado gente en un arranque de locura, yo seguiría siendo su amigo. Mi amigo se volvió loco pero sigue siendo mi amigo, igual que la familia.
¿Qué sientes por Jaime Bayly ahora?
Hemos tenido varias broncas. Hablamos de un departamento que él había comprado y de cuánto costaba, costaba bastante y él se picó y empezó a atacar a Schutz. Pero lo mismo que ha pasado con Jaime ha pasado con Magaly, con Gisela, la relación entre personajes de pantalla es de amor/odio siempre, estás siempre a un límite de pelear o de amistarte. Yo lo veo a Jaime ahora, más gordito que yo, eso se llama karma, te acuerdas que me decía ‘cucaracha gorda’, ¿Quién es la cucaracha gorda ahora? jajaja. Es Miami, Miami engorda, la comida en Estados Unidos... hasta el agua tiene calorías. Lo veo manteniendo un éxito sostenido y yo soy todo menos mezquino, yo no soy envidioso.
¿Eres el periodista mejor pagado del medio ahorita?
No, Federico gana mucho más que yo, Magaly gana muchísimo más que yo. Quizá el mejor pagado de Willax, es como decir, la presa más crocante del KFC, tampoco es tan difícil. Es que no es un tema de plata, todo lo que he hecho en los últimos años de mi carrera no han sido decisiones tomadas en quién da más, ese criterio ya no me interesa, y es mucho más gratificante que recibir un cerro de plata de sueldo, salir a la calle tranquilo sabiendo que nadie te va tirar una bolsa de pichi y que más bien la gente se para para abrazarte, para agradecerte. Se me acercan señoras mayores o familias y me agradecen por todo lo que he hecho, yo no sé qué he hecho, yo nunca me propuse como paladín de la justicia.
¿Cómo es tu relación con Gisela después de haber competido con ella por el rating?
Es que Gisela es la señora televisión, es lo justo por carrera, por años de vuelo y coincidimos en el cumpleaños de Baruch Ivcher y siempre tuve esa inquietud de si la saludo o no, si me odia o me quiere, pero estaba Susana Umbert de por medio, gran amiga mía y de Gisela, fue un encuentro muy cálido, fue la primera oportunidad que tuvimos de conversar y la pasamos súper bien, fue un almuerzo bien divertido, fue interesante conocerla, porque te haces una serie de prejuicios como se hacen los demás sobre mí...
¿Con Magaly cuándo te amistas?
Yo creo que nos hemos amistado en una entrevista en su set, cuando vine de Estados Unidos. Ella me invitó y fue bien tenso, con Magaly era guerra nuclear, entonces sentarme en el set de Magaly luego de volver de Estados Unidos sí fue de mucha tensión. Estaba nervioso, no sabía qué venía, pero ella sabe que no soy manco. La entrevista transcurrió muy bien y a partir de ahí no hemos tenido ninguna otra pelea. Nadie necesita un enemigo como Magaly. Me llamó su producción pero yo fui corriendo. Luego yo la entrevisté en Latina en un programa que pretendía ser una especie de auto parodia de El Valor de la Verdad. Hay un momento tremendamente tenso donde le digo, ‘tú eres la única persona en televisión que me ha hecho llorar viendo televisión’ y ella me dijo, ‘tú eres la única persona que se ha metido con mi hijo’, ahí quedó, ya vomitamos y zanjado, es bueno sacarlo.
¿Cómo fue lo de Ruth Thalía? ¿Te chocó?
Por supuesto, fue uno de los momentos más difíciles, más trágicos. No hay una relación causa efecto. Yo termino la entrevista, nos tomamos fotos, salgo y viene un sicario y me dispara y me mata ¿es culpa de Carla Chevez?. Dicen que fue por lo que dijo en la entrevista... demasiado subjetivo... creo que en ese momento le di en la yema del gusto a mis detractores. Yo no me quejo porque me lo he ganado.
¿Volverías hacer ‘Vidas secretas’?
Han pasado 20 años, sí lo volvería hacer pero distinto. Era un formato documental, que es un formato lindo, pero lo haría de una manera menos salvaje, centrándome en las historias, en los dramas, en el recorrido a las personas, sin necesidad de regodearme en el detalle sórdido, truculento, trágico, que era lo que hacía que ese programa tuviera el rating que tuvo. No lo haría así, pero creo que el problema no es el género ni el formato, es cómo lo haces.
¿Qué recuerdas de la última entrevista con Aldo Miyashiro?
Dijo que su relación con Erika y sus hijos estaba estupenda, lo que no significa que haya vuelto. Después de un escándalo mediático, es muy difícil restablecer una relación normal, lo que él dijo que su relación con su exesposa y con sus hijos era estupenda. Las parejas separadas tienen que ser amigos, estás obligado a ser amigos aunque no te guste. Ellos son amigos y eso es un símbolo de madurez.
¿Nunca se han planteado volver hacer ‘Enemigos Públicos’?
No sé, somos muy buenos amigos, somos amigos esporádicos porque no nos vemos nunca, pero yo creo que cuando tienes una amistad sólida con una persona no importa que no te veas, es la misma dinámica y la misma vibra siempre. Con Aldo seguimos siendo amigos y creo que una muestra de amistad fue darme esa entrevista, lo hizo porque somos amigos, porque tenía todos los pretextos para decirme que no, ha podido mirarme por encima del hombro, nos llevamos muy bien, a pesar de que somos tan distintos. Esa fue la razón por la que hicimos el programa juntos y por eso se llamaba ‘Enemigos íntimos’, porque no teníamos nada que ver.
¿Estás con pareja ahorita?
No, ni ahorita ni nunca, para qué. La promiscuidad como estilo de vida. Nunca digas nunca pero yo creo que buscar es un poco estresante, ¿vas a salir a buscar amor a la calle?
¿Cuál es la lisura que más dices?
Put.. madre, sí, cuando reniego es puta madre. Conch... también digo.
¿Cuál es tu momento más bochornoso?
Que haya entrado una persona al cuarto cuando estaba en pleno chuculún, acá en Lima fue. Es que yo le doy llave de mi departamento a personas de confianza a alguien que trabaja conmigo, mi asistente o a la señora de la limpieza. Entonces estábamos haciendo contorsionismo y la señora de la limpieza entró a mi cuarto, yo la vi de cabeza, muy bochornoso, te la baja por completo.
¿A quién te gustaría seducir o quién querrías que te seduzcan?
Yo prefiero seducir, soy más cazador que presa y si es difícil mejor. Cuando me coquetean, ya no me gusta. Me he pasado años batiendo a Paolo porque me parecía guapo, pero cuando lo tuve en el programa nos hicimos amigos y todo bien, no es que tenga fantasías.
¿De qué te arrepientes?
De poner una discoteca en Iquitos.
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