POR: FERNANDO ‘VOCHA’ DÁVILA
El periodismo está lleno de ‘locos’. Pero pocos hacen tantas locuras juntas. Adolfo Bolívar es uno de ellos. Convertido en uno de los rostros de ‘Latina’, tiene su segmento en ’90 Matinal’: ‘La ruta electoral’ y su gran mérito es tocar un tema tan serio e importante con una sonrisa. Hoy intentamos descifrar su personalidad.
¿Tu otra pasión?
Soy un cantante frustrado.
¿Karaokero?
Los que van conmigo la pasan bien.
¿De dónde viene esa influencia?
Crecí entre discos, radiolas, casetes.
¿Interpretas baladas, rock o salsa?
La pelota que me avienten, la cabeceo.
¿Un secreto para afinar la voz?
Con pisco canto mejor.
¿Puro o con hielo?
De las dos formas.
Casi todo el mundo le echa su gaseosa...
Eso es pena de cárcel.
Respondes como experimentado...
No creas que tomo hasta desnucarme.
Mucha gente lo hace.
De chibolo es un enfrentamiento entre tú y el trago.
¿Ahora?
Es un lubricante social, sirve para acompañar una buena reunión.
Hoy ven un periodista en la calle y le gritan: ¡Vendido!
La única mermelada que me encanta es la de fresa y con pan o galleta.
¿Te reconocen?
El público sabe quién le habla con sinceridad.
¿Qué es ser comunicador?
Somos como los arqueros en el fútbol. Pasamos de héroes a villanos y al revés.
¿Un reportaje que hiciste y ya no harías?
Estaba en ‘Al sexto día’ y llevé a una vedette de ese momento...
¿Cuál era la idea?
Ella tenía una hoja de afeitar y yo traía gente de la calle con bigotes, si se dejaban afeitar podían besar a la chica en cualquier parte de su cuerpo.
Hoy sería imposible...
Seguro tendría un montón de sintonía, al día siguiente las redes sociales me matarían.
Lo tuyo es política y eso trae problemas.
Alcaldes se han picado cuando hacíamos ‘La ruta vecinal’. Llegábamos a un basural, ellos se enteraban y justo aparecían.
Pero ya habías sacado a la luz la denuncia...
Me daba la vuelta y me gritaban payaso. Les respondía que mi trabajo no es una broma.
¿Nadie más se ha ‘maleado’?
Hasta silletazos me han metido.
¿Una más?
Entre portátiles se han agarrado a golpes y yo ya me iba.
¿Te han ofrecido dinero por un reportaje?
No, pero me han llamado para decirme que desean que un candidato salga y les doy el número de la persona que ve a los invitados.
Una última pregunta, a manera de despedida, ¿lees ‘Trome’?
Cuando muera, que me tapen con las hojas del diario.