Hoy en día las mujeres se enfrentan a retos únicos, especialmente al equilibrar las demandas de cualquier negocio o emprendimiento que están sacando adelante con otras responsabilidades que tienen en el día a día.
Las mujeres emprendedoras, son potentes agentes de cambio y creatividad. Por lo tanto, si saben implementar estrategias de organización y planificación van a poder mejorar su productividad lo que le permitirá tener un mayor equilibrio y satisfacción en su viaje empresarial.
Melissa Escribens CEO de idea tu negocio y especialista en coaching de hábitos, nos da las siguientes recomendaciones en cómo lograr más en menos tiempo.
La planificación es crucial. Comienza cada semana con una sesión de planificación. Identifica tus objetivos clave y asigna tiempo para ellos. Por ejemplo, si estás lanzando un nuevo producto, dedica bloques específicos de tiempo para trabajar en ello. Esto asegura que tus prioridades no se pierdan en la rutina diaria.
Utiliza herramientas digitales para gestionar tu tiempo. Aplicaciones como Asana o Trello son excelentes para organizar tareas y proyectos. Personalmente, he encontrado que establecer recordatorios y plazos en estas plataformas aumenta significativamente mi productividad.
Aprender a delegar es esencial. Identifica tareas que pueden ser manejadas por otros y confíalas a tu equipo o colaboradores. Esto te libera para concentrarte en áreas donde tu aporte es crucial. Recuerda, delegar no es una señal de debilidad, sino de liderazgo inteligente.
Organiza tu día en bloques de tiempo dedicados a tareas específicas. Por ejemplo, reserva las mañanas para trabajo creativo y las tardes para reuniones. Esta estructura ayuda a mantener el enfoque y aumenta la eficiencia.
Como emprendedoras y mamá a menudo trabajamos desde casa, lo que puede llevar a que las líneas entre trabajo y vida personal se difuminen. Establece límites claros; designa un espacio de trabajo específico y define horas de trabajo fijas.
La automatización puede ser tu mejor amiga. Utiliza herramientas para automatizar tareas repetitivas, como facturación, marketing por correo electrónico o publicaciones en redes sociales. Esto ahorra tiempo valioso que puedes invertir en crecimiento y desarrollo.
No subestimes la importancia del autocuidado. Incluye en tu rutina actividades que te ayuden a recargar energías, como meditación, ejercicio o pasar tiempo con seres queridos. Una mente y un cuerpo saludables son fundamentales para la productividad.
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