Hover Rojas Zacarías es un entusiasta emprendedor de ‘Gamarra’, quien vino de Huancayo a la capital para forjarse un mejor futuro, terminó el colegio y de inmediato se puso a trabajar para salir adelante. Vendió desde yogurts hasta computadoras, también fue estibador y, con el correr de los años, cumplió su sueño del negocio propio. Su marca ‘Rojitas’ confecciona buzos que llegan a todo el país, cuenta con un taller para abastecer al mercado nacional y se alista para abrir su línea de hombres para luego exportar.
Durante un tiempo te dedicaste a producir y vender yogurts y quesos, ¿qué tal esa experiencia?
Fue una experiencia muy bonita y se vendía mucho, pero las ventas se reducían en la época de colegio, además me faltó hacer un estudio de mercado y por una mala producción con la leche perdí todo.
¿De dónde nace ese espíritu emprendedor?
Siempre me gustaba ser independiente, yo necesitaba trabajar para sobrevivir en la capital y no quería molestar a mis padres.
Tus inicios fueron muy complicados, vivías en un cuartito sin televisión, solo con tu cama, ¿qué rescatas de esa experiencia?
Valorar todo aquello que se consigue que es a base de puro sacrificio, si se quiere tener algo en la vida hay que luchar todos los días.
¿Qué crees que te ayudó a ser un buen vendedor?
Lo más importante es conectarse con el cliente, conversar con él. No se trata de vender por vender y engañarle, hay que hablarle del producto.
¿Cómo es que venciste tu timidez?
La timidez la tengo hasta ahora, en el colegio no podía ni hablar, pero relacionarme con varias personas que sabían de diferentes cosas me ayudó a poder conversar.
Me contaste que trabajaste en ‘Hiraoka’ y fuiste un buen vendedor, ¿pensabas ya en un negocio?
Trabajar ahí fue un buen aprendizaje, a seguir el camino de la responsabilidad, ser puntual y trabajar mucho. Aprendí sobre tecnología que era algo nuevo para mí, yo estudiaba en mi cuarto sobre las computadoras. Pensaba en poner mi restaurante, porque me gustaba comer, pero una amiga me comentó que había un local en ‘Gamarra’ y me interesé en el tema de la ropa.
Fuiste estibador, cuéntale a los jóvenes lo duro que es laborar en la calle…
Me dolía el cuerpo, pero debía seguir adelante porque necesitaba pagar mi cuarto y comida. Toqué muchas puertas, pero no conseguía trabajo hasta que unos amigos me dijeron que en Caquetá necesitaban ayudante, empecé así, no podía cargar tanto peso, pero luego le agarré la maña.
¿Te sentías derrotado cuando no tenías capital?
A veces se piensa que uno no es nada sin dinero, los amigos ni se te acercan, pero siempre creí en que lograría poner mi negocio.
¿Cómo fue tu salto para confeccionar ropa?
Hay que tener un estudio de mercado. Había gorditas que buscaban ropa, hice polos hasta tres X, pero no pagaban lo justo, así qué noté que los jóvenes eran quienes más venían a comprar, siempre necesitaban prendas para salir cada semana, así que me enfoqué en cubrir ese ‘nicho’.
¿Te ibas a los centros comerciales para ver las tendencias?
Sí, siempre indago, investigo, seguimos los modelos nuevos que hay en el mercado y me doy vuelta por esos lugares para ver los acabados y tener información, también visito páginas.
¿Con cuánto capital empezaste?
Empecé con 10 mil soles, pero se necesita más, porque requieres de nuevos materiales, decoración, telas…
¿En qué etapa de tu vida empresarial te encuentras?
Estoy en la etapa de aprendizaje, gano experiencia, me siento desarrollando el proyecto que quiero, me falta llegar a exportar estos productos hechos con el mejor algodón.
¿A dónde llegan tus productos?
Vamos a todo el Perú, a Desaguadero, Puno, Arequipa, Chimbote, Pucallpa, a nivel nacional y cuento con mi taller que me facilita sacar modelos nuevos y para los pedidos yo mismo hago el corte de la tela y los diseños, hago todo lo que me pidan.
Supongo que ‘Rojitas’ es por tu apellido…
Sí, siempre me han dicho que no va, pero pienso que el nombre no hace al producto, pues es el producto que hace al nombre. Si a mí me dicen que no se puede, yo digo que sí.
¿Qué se viene para tu marca?
Quiero hacer ropa para hombres, tener una tienda más grande y exportar mi mercadería y darle trabajo a los peruanos.
TIPS:
Ganas de trabajar, juntar un capital, buscar un cliente específico, todo se puede, solo falta decisión y mucho trabajo.