Por: Katty Gines
Desde que era niña, Claudia Morales creció con el olor de pasteles y postres horneados que hacía su mamá en casa. Con el tiempo, ella decidió dejar su carrera de administración hotelera para enfocarse de lleno al negocio de postres junto a su enamorado Renato Pereyra. Ambos crearon ‘Mamá Quiero Dulce’ y desde la pequeña cocina de su hogar elaboraban hermosas tortas pintadas que se vendían por redes sociales. La pandemia los paralizó dos meses, pero aprovecharon para capacitarse y volver más creativos.
Actualmente hay una amplia variedad de pastelerías en el mercado. ¿Cuál es el plus que ofrecen?
Claudia: Nos diferenciamos de las demás por la calidad de los insumos, los nuevos diseños y la técnica que aplicamos, como las tortas pintadas a mano, el papel de arroz para elaborar las flores, la calidad de las fotos y videos que nosotros mismos hacemos para tener mayor presencia en las redes sociales.
¿Cómo fueron sus inicios?
Claudia: Empezamos hace 5 años. Luego de terminar mi carrera decidí lanzarme con mis sueños y dedicarme a la pastelería y justo empezaba con Renato, le conté la idea y se animó. Empezamos haciendo las tortas en el horno de mi casa y con un batidor, con las ganancias invertíamos en comprar los utensilios y la venta era por redes sociales.
¿Cómo han hecho para captar clientes y que ellos vuelvan a buscarlos?
Renato: Siempre hacemos nuevos diseños, innovamos aplicando técnicas. En pandemia creamos el ‘Love Box’, una cajita que tiene cupcakes, donas, paletas, brownies y galletas personalizadas.
¿Qué fue lo más complicado al iniciar este emprendimiento?
Claudia: Cuando uno empieza quiere abarcar mucho y el mundo de la pastelería es muy amplio, era mejor dedicarnos a algo específico y nos dimos cuenta de que las tortas salían más. Somos los dos solos y tenemos que organizarnos para hacer los productos, venderlos y repartirlos.
¿Cómo manejan el protocolo en sus productos?
Renato: Somos muy rigurosos, nosotros mismos compramos los productos, pedimos por delivery, desinfectamos todo, usamos mascarillas, guantes y gorros, y también hacemos los repartos.
Ustedes empezaron vendiendo por redes sociales desde hace 5 años. ¿De qué manera han innovado?
Claudia: A raíz de la pandemia hemos renovado y encontrado nuevas formas de llegar a los clientes, los primeros meses hacíamos recetas con videos cortos en las historias del Instagram. Nos hemos capacitado para mejorar las fotos y videos para las redes, además creamos tortas pequeñas para que las familias puedan celebrar en casa.
¿Por qué el nombre ‘Mamá Quiero Dulce’?
Claudia: Porque desde chica me gustó la pastelería, mi hermana y yo siempre veíamos que mi mamá hacía postres y tortas para las reuniones familiares. Le pusimos ese nombre para recordar de dónde nace mi pasión.
¿Cómo se dieron cuenta de que este sería un negocio rentable?
Renato: Al inicio hicimos postres, pero con el tiempo nos dimos cuenta de que las ventas de las tortas personalizadas tenían gran demanda.
Renato, estudiaste arquitectura y decidiste meterte de lleno a hacer tortas…
Sí, trabajé tres años como arquitecto y cuando Claudia me contó su idea me sumé en una. Empecé a hacer mucho diseño en las tortas, hago los dibujos a mano alzada, veo las redes y me apasioné. Ahora llevé cursos de escultura, pintura y diseño gráfico para complementar.
¿Cuáles son los mejores meses de venta?
Renato: El día de los enamorados, el día de la madre y del padre, también en diciembre.
¿Qué productos tienen más demanda?
Claudia: Las tortas, nos buscan más por el diseño, los clientes nos dicen cómo las quieren y las personalizamos.
¿Cuál es el pedido más loco que les han hecho?
Renato: Una torta de arroz chaufa, teníamos que hacer arrocito por arrocito y el wantán también.
¿Cómo les va con el delivery?
Renato: Nosotros mismos lo hacemos, soy yo quien me encargo de llevar los pedidos para que estos no se dañen. Ya cuando tenemos muchas ventas contamos con una persona que nos apoya.
¿Qué se viene para ustedes?
Claudia: Pensamos en dar clases de tortas. Vamos a contar con un taller un poco más grande y adquirir más equipos.
Si un cliente que ama el fútbol y a la selección les pide que le hagan una torta con la cara de Lapadula, ¿la harían?
Renato: Sí, hago dibujos a mano. Hace poco nos escribió la esposa de un jugador para un trabajo y quedó feliz. Todo lo que nos digan lo hacemos, aceptamos los pedidos.