Por: Katty Gines
Emprende Trome | Son muchos los emprendedores que han visto a esta pandemia como una gran oportunidad para ‘voltear la tortilla’. Su creatividad les ha permitido captar a nuevos clientes abriendo un nicho en el mercado, tal como lo ha hecho Lorena Peñaloza, de la marca ‘Knit You’, quien hace 4 años vendía accesorios y objetos de decoración tejidos por ella misma. Ingresó a la tienda online de Ripley y todo iba bien hasta que llegó la cuarentena. Aquí su historia.
En esta cuarentena hay muchos negocios que han cerrado y otros se han reinventado. ¿Qué lección podrías sacar de esta situación?
Yo les diría a las personas que sean resilientes, que aprendan a adaptarse al cambio. Mi negocio era vender cositas tejidas y ahora la situación me pide que venda la materia prima. Además, comparto los tips a mis clientes para tenerlos satisfechos.
Eres psicóloga y hace 4 años decidiste emprender. ¿Por qué optaste por el tejido?
¡Esta pregunta me encanta! Yo aprendí a tejer en una época muy difícil de mi vida, me dio una enfermedad que me tuvo mucho tiempo en cama, entonces mi mamá me dijo que de las malas situaciones algo bueno se sacaba. Me parece increíble que el tejido sea uno de mis negocios cuando en algún momento fue mi refugio. Ahora como psicóloga lo entiendo, es un método de expresión.
¿Dónde aprendiste a tejer?
Nació cuando era muy chiquita, me dio una enfermedad muy rara que me mantuvo en cama por mucho tiempo y mi mamá me enseñó a tejer. Al entrar a la universidad y estar en segundo ciclo nadie me iba a contratar porque no tenía la experiencia para ejercer mi carrera y yo quería generar mi dinero, así que empecé a tejer. Conocí a mi novio y le conté sobre esto, y me dijo que si iba a empezar debía hacerlo bien y a lo grande. Así que registré la marca, saqué los permisos y trabajé para sacarlo adelante.
¿Cómo te das cuenta de que este negocio iba por buen camino?
Cuando las clientas me compran por cuarta vez, cuando no solo compran sino me dicen que su amiga me recomendó. El negocio no solo tiene buena acogida, sino un buen servicio. En Lima el ‘boca a boca’ es nuestro mejor aliado, siempre se confía en quien recomienda.
¿Cómo fue que ingresaste a la tienda online de Ripley?
Durante todos estos años participé en ferias chicas y grandes, y por cosas de la vida atendí a una chica de apellido Montenegro. Ella quedó maravillada con mis productos y un día me llamó para decirme que Ripley le había pedido que contactara con marcas como la mía, y me sentí halagada.
¿Cómo te fue en esta nueva experiencia?
Inicié en el 2020, tuve ventas hasta que llegó la pandemia. Ahora nuestro mejor medio de venta y comunicación es Instagram.
¿Qué te pasó por la cabeza cuando se declaró el ‘Estado de emergencia’?
Pensé que sería una gran oportunidad, siempre he sido positiva, veía la manera de cómo demostrar que mi negocio valía la pena. Mis padres no imaginaban que yo viviría del tejido y he demostrado que esto es lo mío y podía sacarlo adelante.
Se pensaba que con este aislamiento la gente no iba a comprar, pero a ti te ha ido muy bien…
Al inicio tuve miedo porque mi producto no es de primera necesidad, pero sí es un producto que alivia tensiones y estrés, que te mantiene distraído por mucho tiempo. El consumo de lana aumentó mucho, la gente quiere estar activa produciendo algo. Es lindo ver que de un ovillo termina saliendo una chompa, la primera colcha de tu nieto que va a nacer.
¿Cuáles son tus canales de venta?
El WhatsApp, Facebook, Instagram y Ripley.com.
¿Qué les recomendarías a los emprendedores que aún están desorientados y no saben por dónde empezar?
Todo negocio empieza de cero, ningún negocio nace grande. La constancia es el mejor aliado, nunca rendirse y no compararse con nadie porque cada uno camina a su ritmo. Amar lo que haces para que nunca lo abandones. Mi negocio es mi hijo y hago hasta lo imposible por sacarlo adelante.
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