Por: Katty Gines
Verónica del Carmen Reyes y Pedro Castro son enamorados, ella es diseñadora de modas y él es administrador hotelero. Ambos se quedaron sin trabajo y pasaron algunos meses pensando qué hacer para sobrevivir a esta terrible situación, hasta que vieron por Internet un postre madrileño al cual adaptaron con sabores bien peruanos. ‘Looplab’ son churritos llenos de color y sabor que nacieron luego de muchos intentos de pruebas y errores, y hoy se han ganado el corazón de grandes y chicos.
¿Por qué se decidieron por churros?
Verónica: Cuando vi el churro madrileño me llamó la atención porque es similar a una dona más hispana, es una opción más amigable a nuestra cultura, los churros son más latinos, hay una gran variedad y lo vimos versátil. Una excelente opción para reinventarnos de esta manera.
¿A qué se dedicaban antes de emprender?
Verónica: Yo trabajaba para una empresa de modas y por pandemia renuncié porque las condiciones no eran las adecuadas en medio de una emergencia sanitaria y utilicé mi AFP para invertir en esto. Pedro trabajaba en una cadena de pizzería y no le renovaron su contrato.
¿Cuál fue la manera de promocionar su emprendimiento?
Pedro: Por redes sociales, Facebook, Instagram, WhatsApp, la gente que veía las fotos de los avances ya nos quería comprar el producto.
Mucha gente por la cuarentena se quedó de brazos cruzados sin saber qué hacer y a veces el primer paso es lo más complicado, ¿qué le recomendarían?
Pedro: Que vean sus habilidades o gustos, en nuestro caso nos gustó la cocina.
Verónica: Rescatar el lado positivo, hay miedo y es difícil, pero si esto no hubiera pasado, no estaríamos emprendiendo.
¿Por qué estaban seguros que el mercado iba a recibir bien el producto?
Verónica: Es un producto muy visual, al público le gusta mucho postear y publicar, jala mucho a la vista, además es de muy buena calidad. Es un postre bonito, rico, agradable y fácil de compartir.
El diferencial es importante, ¿qué ofrecen ustedes para que la gente decida comprarles?
Pedro: Las mezclas y sabores, tenemos de lúcuma con chocolate, frutos secos y más, son muy bonitos a la vista y agradables al paladar.
En este producto se requiere mucho trabajo y persistencia, ¿cómo se distribuyen los tiempos?
Verónica: Pedro hace la masa, yo avanzo los diseños, hago las publicaciones, doy tips, hice el logo, la portada, felizmente mi carrera me ayudó a desempeñarme en esto, estamos al cien por ciento metidos en el producto.
¿Qué les dicen los clientes de su producto?
Pedro: Es una alegría que nos llena de satisfacción ver todos los comentarios, las felicitaciones de gente que nos conocen y felicitan, nos mandan fotos y videos. Nos han dicho que no se esperaban un producto de tan buena calidad y que vendría de Ate.
¿Qué errores han cometido al iniciar?
Verónica: Fue la receta, creímos que hacer churros es lo más fácil, pero nadie nos explicó cuánto tiempo tiene que reposar la masa, a cuántos grados se fríe, hemos botado mucha masita al cambiar de marca de harina porque se agotó, pero aprendimos.
¿Cuánto tiempo les tomó encontrar el punto exacto de la masa?
Verónica: Nos llevó dos meses, hemos llorado varias veces en una esquina de la cocina porque no encontrábamos la receta perfecta, si no fuera por la perseverancia de Pedro, no lo hubiéramos logrado.
Ustedes recién han empezado, ¿piensan crecer con tiendas?
Pedro: Sí, después del garaje apuntamos a un centro comercial porque este producto es combinable con muchas bebidas y otros complementos.
¿Cómo han trabajado el delivery?
Pedro: Un amigo muy cercano a nosotros nos hace el delivery, él es bombero y sabe mucho del protocolo. La venta es muy grande gracias a este medio porque no contamos con local, es una gran oportunidad. Enviamos los churritos en una cajita para que lleguen seguros.
¿Qué tan importantes han sido las redes sociales?
Pedro: Han sido de gran utilidad, todas las ventas son por ahí, es muy visual, interactivo, es fácil de captar la atención en redes y los comentarios positivos nos ayudan. Pagamos cierta cantidad para publicidad por redes y llegar a más clientes.
¿Se necesita mucha inversión para hacer churros?
Pedro: No, la inversión es mínima, es una buena oportunidad de negocio, trabajamos con las mejores marcas en insumos que nos permiten dar un producto de calidad bien presentado, es un plus que nos permite venderlo por este costo.
¿Por qué el nombre?
Looplab es el churro madrileño, es redondito y es conocido también como churros Lop, es más divertido, y Lab por laboratorio, pues desde que empezamos con la masa y las pruebas parecíamos dos científicos. Suena bonito, es corto, moderno y fácil de recordar.