Julio Garay Barrios nació en una familia muy humilde dedicada a la agricultura, en Ayacucho. A la edad de seis años padeció anemia y la venció gracias a una buena alimentación. Años más tarde, logró ganar una beca del Estado y estudió ingeniería industrial. Con el tiempo vino su gran obra: después de muchas pruebas creó las galletas ‘Nutri H’ con las que combate esta enfermedad y se hizo conocido en el mundo tras ganar el premio de History Channel.
La idea nace cuando padecí anemia a los 6 años, mi preocupación era buscar una solución y la encontré de la mano del programa ‘Beca 18’ que me permitió estudiar la carrera de ingeniería industrial en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, donde convertí este sueño en mi proyecto de tesis.
Mi familia es agricultura, apostamos por el cacao, mi alimentación era de la chacra, y desde casa comenzamos con el consumo del bazo de res, la sangrecita, el pescado, el hígado y los granos andinos.
Fue un arduo trabajo, la disciplina y la perseverancia siempre estuvieron ahí. Este es un emprendimiento familiar donde están involucrados mis padres, mi hermano, mis amigos de la universidad y mis vecinos, somos cien personas en el proyecto.
Dio un gran giro a comparación de cinco años, tengo más responsabilidad, estuve buscando fórmulas, haciendo ensayos y experimentos para lograr todo esto. Hoy contamos con una planta, un laboratorio equipado para la investigación.
Trabajen con humildad y sencillez, pensando en las personas que más necesitan, planificando cada minuto, sean responsables y disciplinados, el momento tiene que ser ahora.
Es un trabajo en equipo, nació como un proyecto de tesis, luego nos equipamos en la cochera de mis padres, con una mezcladora, un horno y un rodillo, y la base para dar el gran salto fueron los planes piloto donde se demostró la efectividad de las galletas en un plazo de 30 días reduciendo el 80% de anemia en los niños.
Eso fue un gran reto, me demoré tres años para la receta y le incorporé cacao porque mi familia sembraba este grano y luego le incorporé hemoglobina bobina y quinua, una combinación casi perfecta con sabor a chocolate.
Tenemos tres tipos de galletas. El empaque azul tiene quinua, cacao, hemoglobina bobina; el empaque rojo contiene quinua, kiwicha, aceite de pescado refinado; la galleta vegetariana tiene quinua, kiwicha y algas marinas con alto contenido de hierro.
La presentación tiene que ser óptima, el consumidor puede elegir entre muchos productos que están en el mercado, así que hay que trabajar en los empaques. Yo empecé con bolsas que compraba en el mercado y ahora que están en varios puntos cambié a opciones más coloridas y con mayor información.
Empecé vendiendo en ferias nacionales y luego en farmacias, en pandemia estuvimos en ferias itinerantes, luego en Oxxo y en las tiendas virtuales de Oeschle y Real Plaza, todo fue de a pocos.
Presentándonos, dando a conocer los beneficios y bondades del producto, mostrando las certificaciones y la carta de presentación.
Se necesita de mucho trabajo en equipo, pasamos dificultades, momentos de llanto y dolor, pero seguimos adelante teniendo presente que el producto era de calidad y bueno para la salud.
La distribución fue un tema para trabajar, éramos un grupo nuevo y aprendimos de los errores. Ahora contamos con áreas de producción, administración, contador, logística, economistas y área de audiovisuales para construir esta empresa.
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