El mar es su vida. Desde los 15 años se dedicó a la pesca en Tacna, luego llegó a Cerro Azul para continuar con esta actividad, la misma que le permitió abrir un restaurante marino muy famoso en Chincha, el cual quebró. Efraín Morales, al quedarse sin trabajo y con 65 años a cuestas, empezó de cero y convirtió un barco olvidado en ‘La Anchoveta Azul’ donde prepara exquisitos potajes con este noble pescado con el que busca reducir la anemia en el país. Dicho propósito fue elogiado hace poco por el chef Gastón Acurio, quien lo premió como personaje del año 2019.
A sus 78 años, ¿qué le ha enseñado el mar?
A ser constante y perseverante hasta conseguir el objetivo y la buena pesca.
¿Por qué si tenemos tanta anchoveta en el Perú hay una cifra muy alta de niños con anemia?
El público peruano, el más humilde, no tiene conocimiento de sus beneficios y tampoco lo aceptan porque desde 1955 se ha dicho que este pescado era para los animales y los pobres…
¿Cómo es que nace esta gran idea de convertir su pequeño barco en un restaurante?
La idea nació en el 2005 porque me quedé desocupado, sin patrimonio, mi restaurante se llamaba ‘El Palacio de los Mariscos’ en Chincha y cuando uno tiene 65 años no consigue trabajo. En el 2007 el Ministerio de la Producción desarrollaba el programa de alimentación del país y querían entregar anchovetas gratis contra la anemia, no pegó y yo comencé, me agencié la embarcación que estaba botada en la playa y veía que cuando pescaban pejerrey botaban las anchovetas y decidí venderlas en potajes.
¿Qué pensó cuando había perdido su primer negocio y volvió a empezar de cero?
Mi restaurante fue muy reconocido en Chincha, pero el cólera trajo abajo a muchos negocios que ofrecían comida marina, se fue el turismo e hice una mala inversión, no tuve otra alternativa que ser ingenioso y esas cosas geniales no son de nosotros, sino de Dios.
¿Cómo es que de Tacna se viene a vivir a Cerro Azul?
Hasta los 15 años estuve en Tacna y 5 años en Ilo. En los años 60 vino el ‘boom’ de la pesca, luego me fui a Huarmey y a trabajar por acá donde mi tío.
¿Cuánto tiempo lleva siendo un hombre de mar?
Desde los años 70 hasta el 90 me dediqué a la pesca. Asocié recuerdos de mi niñez donde había conocido a la anchoveta que varaba en todo el litoral.
¿Qué dicen los clientes cuando prueban sus platos?
Fue difícil ofrecerles algo de anchoveta, pero les iba explicando y les servía tiradito y cebiches de este pescado, luego inventé el plato bandera de Cerro Azul, que será del mundo porque lo necesita, es la ‘Muchaveta’ y lo están aceptando, les gusta.
Algunos se resisten a comer este pescado y prefieren los blancos, cuénteles qué tan beneficioso es…
No son algunos, son la gran mayoría, siempre se ha marginado porque cuesta menos y es de color oscuro. La anchoveta es el pescado más alto, un gran alimento, la mejor proteína.
¿Cómo se prepara su plato bandera, la ‘Muchaveta’?
Es una ensalada fácil de hacer. Se pica la cebolla, los tomates, ajos, orégano y entra el limoncito, se le agrega la anchoveta macerada en aceite de oliva y listo.
¿Cómo llegó Gastón Acurio a su local?
Tenía tiempo que él conocía mi trabajo, me visitó en Mistura en el 2013 y vino a ver más de mi trabajo aquí a Cerro Azul.
¿Qué fue lo que más le impactó a Gastón?
La ‘Muchaveta’, que es el futuro de la alimentación, por sus beneficios. Él está muy contento y qué mejor que hacerle degustar todas estas delicias que son muy digestivas y no necesitan refrigeración porque son secas.
¿Cómo ha cambiado su vida luego de la visita de nuestro gran chef?
Me ha fortalecido porque este trabajo es difícil y su apoyo es importante para lograr la difusión de este producto y estar sanos.
¿Cómo era su faena como pescador?
Salíamos a las 5 de la mañana y regresábamos a las 10, pero hoy en día no es así, hay que ir más lejos y dormir en la embarcación.
Es un hombre emprendedor, con sus 78 años sigue trabajando. ¿Qué consejos le daría a los jóvenes?
Que trabajen más de 8 horas si es necesario y que ocupen su tiempo en vez de estar en los vicios.
¿Cómo se ve en el Bicentenario?
Pienso que puede hacerse realidad que nos libremos de la desnutrición y controlar la anemia en el país.