Cuando uno se propone una meta, trabaja incansablemente para alcanzarla, tal como lo hicieron Romina López, marketera de profesión, y su novio Alejandro Vega, que es administrador. Ambos con 18 años emprendieron un negocio de accesorios y joyas que al inicio fue todo un éxito, pero con el tiempo se fue estancando y las deudas iban creciendo tanto que no les quedó otra que ir por otro rubro. La pasión de ella por los zapatos fue la mejor elección, crearon ‘Agata Shoes’ y la ventas por redes sociales se dispararon. Hacen envíos a todo el Perú, tienen dos tiendas, piensan exportar y abrir más locales.
ROMINA:
¿Qué sientes cuando ves a una mujer que usa tus zapatos?
Una emoción increíble, puedo reconocerlos al momento, ahora pasa más seguido, me dan ganas de hablarles y eso me pone muy feliz.
¿Qué buscan transmitir con sus productos?
Que sean accesibles, de buena calidad y cómodos. Hay marcas que importan de China, pero la calidad no es la misma, tenemos una fábrica propia y al estar en la producción podemos verlos de cerca y asegurarnos que sean de buena calidad, hechos con buenos materiales.
¿Te consideras emprendedora?
Como emprendedora que soy, si uno se traza una meta lo puedes lograr. Empezamos no de cero sino con menos, porque arrastrábamos deudas y le metimos punche y creció un montón.
De muy joven te gustó vender, ¿ya pensabas en un negocio propio?
Trabajé en una empresa desde los 18 años, luego importaba de China y me iba súper bien, me compré mi carro, luego empecé un negocio con mi novio de accesorios porque queríamos algo propio juntos.
Me comentabas que al inicio fue muy complicado porque los proveedores incumplían con los pedidos. ¿Qué te pasaba por la cabeza?
Era muy frustrante, nos pasaba con los proveedores de cajas y en general, pero cuando ya tuvimos el taller, esto mejoró.
CYBER DAY
¿Cuándo se dieron cuenta de que la empresa iba por buen camino?
El punto de quiebre fue un Cyber Day, durante tres días vendimos todo lo que se podía hacer en un mes, crecimos rápido y me metí en clases de calzados para conocer más.
¿Qué error no volverían a cometer?
Por el tema que tuvimos otro negocio, aprovechamos eso para no volver a lo mismo. En ese entonces teníamos 19 años y no sabíamos administrar el dinero ni contratar a las personas adecuadas.
¿Cómo eligieron las locaciones de sus tiendas?
Iniciamos en Miraflores porque teníamos alquilada una tienda en la zona, Larco es un punto medio y Surco porque teníamos el feedback de donde eran las clientas que nos compraban.
Entiendo que ahora les dan la opción a sus clientas de que elijan el color y la textura. ¿Cómo les va con eso?
Lo hemos lanzado hace un mes y nos va súper bien, es toda una experiencia para ellas.
¿Cuál es su público objetivo?
Tenemos de todo, cuando vengo a la tienda veo a niñas de colegio y señoras de 45 años que vienen de sus oficinas. Tenemos mucha variedad, pueden encontrar desde zapatillas, Oxfords, tacos para oficina, plataformas.
¿Cómo cuidan ustedes su marca?
Nos basamos en dos cosas: nuestra marca son las clientas y sin ellas no existiríamos, capacitamos al personal para que dé una buena atención. Y nuestro personal tiene horarios y sueldos justos, sin ellos tampoco estaríamos.
La economía no creció mucho el año pasado. ¿Cómo les fue a ustedes?
Nos ha ido bien, no hemos sentido el golpe. De hecho trabajamos en un plan por si nos llegaba a afectar a nosotros. Hemos crecido mucho estos años, cerramos 2019 con un 300% y es muy bueno para una empresa.
ALEJANDRO:
¿Hicieron un estudio de mercado para abrir ‘Agata’?
Esto surgió muy rápido, no tuvimos opción de hacer un estudio de mercado, pero aún así nos fue bien y ya tenemos 4 años en el mercado.
¿Con cuánta inversión iniciaron?
Estábamos con deudas del negocio anterior, con menos de mil soles.
Son novios, ¿cómo manejan sus roles para no tener inconvenientes en el trabajo?
Es complicado estar con tu pareja todo el día y en el trabajo también, pero lo hemos sabido manejar, tenemos establecidos nuestros roles.
Para ti, ¿qué fue lo más duro en este emprendimiento?
Lo más fuerte fue arrastrar deudas anteriores, teníamos gastos fijos por pagar, pero también teníamos en mente crecer y así fue.
¿Cuáles son sus puntos de venta?
Una tienda en Caminos del Inca, Surco, y el showroom en Miraflores, además de la página web que es un canal muy fuerte.
¿Cómo buscan posicionarse en el mercado habiendo tanta competencia?
Nos diferenciamos por los precios accesibles y la comodidad, ahora tenemos productos sintéticos, pero estamos ingresando a la línea de cuero para abarcar a más público.
La ruta del emprendedor es empezar haciendo todo uno mismo. ¿Pasaron por eso?
Hicimos de todo, ver la producción, vender, marketear, pero el secreto fue delegar, no podíamos estar en todas las áreas porque de lo contrario no creceríamos.