Durante 20 años, Carmen De Siancas trabajó como técnica de enfermera en La Maternidad de Lima. En sus ratos libres en casa siempre hacia chocotejas y postres que les encantaba a los médicos y a sus colegas. Con el tiempo conoció sobre el cacao peruano, decidió investigar y luego se metió de lleno a este mundo. Sus hijas, Ingrid y Adela Siancas le dieron el toque de innovación y potenciaron ‘Scrap & Chocolate’ y por la calidad de sus productos ganaron muchos premios.
Carmen, eres técnica de enfermería, ¿Cómo terminas haciendo chocolates?
Siempre me gustó hacer chocolates, tortas y manualidad para entretenerme. Las veces que llevaba mis dulces les invita a mis compañeras y a los médicos y como no podíamos salir de la sala de recuperación, me decían: Carmen tráeme, y así empezó. Luego fui conociendo sobre el cacao que era consumido por un público exclusivo, y yo tenía una familia de productores de este grano, y fue que investigué para quedarme en ese mundo.
Existe mucha competencia en este rubro, ¿Qué plus le ofreces al cliente?
Carmen: La diferencia es la presentación y la calidad que mantenemos desde un inicio. Es un buen chocolate hecho a mano y es ideal para para regalo.
Nacieron en el 2010, ¿te capacitaste?
Carmen: Empecé de manera empírica, siempre voy mejorando los procesos y la técnica. Viajábamos para visitar a la familia en Piura donde producen los granos de cacao y luego ingresé al Salón del Chocolate para conocer y aprender.
La marca tiene varios premios, ¿Cuál dirías que es la clave del éxito?
Carmen: Mantener la calidad. Creando productos con granos de origen con los que trabajamos.
Hay personas que piensan que comer chocolate engorda, ¿Qué piensas?
Carmen: Lo que engorda son las cantidades. Un buen producto proporciona nutrientes saludables.
El caso de ustedes es muy particular porque vendieron muy bien en pandemia…
Adela: La venta directa es hasta el día de hoy, y en pandemia se aceleró el comercio electrónico, empezamos a vender por Instagram y las ventas aumentaron más de un 50%, y esporádicamente vendimos en tiendas. Ofrecimos presentaciones de regalos, hicimos cajas con un mix, lo fuerte fue la presentación hecha a mano con mucha creatividad.
Este negocio empezó con Carmen y ahora la acompañan sus hijas, ¿Cuál ha sido su aporte?
Adela: Me encargo del tema de ventas, de la creación de campañas y mejorar las canales de atención al cliente, toda la parte comercial de la marca. Mi mamá ve la parte de producción y mi hermana Ingrid la administración y contabilidad.
La innovación es una herramienta vital para un emprendimiento…
Adela: Hemos creado bombones con rellenos suaves y con relleno de frutos secos, no pintamos los bombones, no usamos colorantes, las tonalidades vienen del mismo grano. Tenemos trufi barras, que se venden más que una tableta, trufas, alfajores y chocotejas con pecanas y nibs de cacao recién tostados.
La gente los contacta por las redes sociales, ¿Cómo se promocionan?
Adela: Tenemos un público base al que siempre le vendemos. La principal publicidad es el boca a boca. Publicamos un contenido propio, que sea atractivo y trabajamos con una pauta publicitaria.
¿Qué lecciones aprendiste el cacao peruano?
Carmen: Aprendí de muchos amigos y de una joven ingeniera con la que me crucé en la vida. Ella investigaba los cacaos del Perú, pues manejamos los 8 cacaos más finos de mundo. Me enseñó a manejar cada origen y aprendí la calidad del tostado que es la base fundamental.
¿Les interesaría estar en supermercados?
Adela: Pensamos para entrar a Marketplace, enfocadas en centros comerciales y ver cómo funciona ahí. Las personas que buscan chocolate de cacao peruano van a mercados saludables y ferias.
¿Han pensado en exportar?
Adela: Primero tenemos que conquistar el público peruano completo. Hay que tener en cuenta que tenemos un taller pequeño y estamos haciendo uno más grande. Para exportar necesitamos una planta y maquinaria que responda al mercado nacional y extranjero.
¿Cómo va la rentabilidad?
Adela: Para todo lo que es chocolate para regalo nos va muy bien, por eso nos enfocamos a ese nicho de un producto artesanal. Queremos entrar a mercados saludables y tener un local la gente armen sus cajas de regalos.
Si les digo chocolate, ¿Qué me dicen?
Carmen: Mi pasión.
♥CONSEJOS DE UN EMPRENDEDOR
Mi madre es un ejemplo para nosotros. Es importante que se vea que no tienes que cumplir un sueño con un capital extremadamente grande. Llevamos años en el mercado y empezamos con un capital chico, financiado por nuestra familia y por el propio emprendimiento. Este pequeño negocio está dando frutos, pero hay que persistir con mucho trabajo y paciencia porque todo esto no llega de la noche a la mañana, esto es de trabado constante y duro.
Ping Pong
Scrap & Chocolate: Familia
Emprendedores: perseverancia
Sueño: lograr que el público peruano coma chocolate de cacao peruano
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