| La historia de hoy es la de un joven trujillano, quien a sus cortos 28 años, creó su propia marca de zapatos inspirada en la cultura Virú, la misma que cautivó al público no solo de su ciudad, sino también de todo el Perú y del extranjero. Ángel Salinas creador de , no la tuvo fácil, pues desde niño ayudaba a su madre y a su tía a vender en la tienda, luego de su padre los abandonó. Trabajó muy duro para pagar sus estudios, y con esfuerzo logró graduarse como farmacéutico y luego como psicólogo. Sin embargo, no al encontrar una oportunidad para su nueva profesión, optó por estudiar el mercado y apostar por el rubro de zapatos.

Coco Chumino
Emprende Trome visitó a Angel Salinas, diseñador trujillano de zapatos.

¿Por qué crees que tus productos tienen tanta acogida en el mercado?

Creo a raíz del consumo masivo y de la sobre producción de productos sin valor, nacen aquellos emprendimientos que tienen alma, que tienen fuerza. Creamos piezas únicas, usando técnicas ancestrales. Además, tratamos de usar materiales que se han ido dejando con el tiempo como el tejido, el algodón, cuero de pescado, el cuero mismo. Esa fusión de materiales hace que tenga acogida.

Tienes una historia de mucho sacrificio, ¿Cómo nace ese espíritu emprendedor?

Vengo de una familia de comerciantes, desde los siete años ayudaba en tienda a mi tía. Ahí empecé a darme cuenta de la habilidad de vender, conecto muy rápido con las personas, tengo facilidad de palabras. Aprendí que no sirve de nada tener talento sin persistir en la vida.

¿Cuándo decides que era el momento para lanzar este negocio?

Quería hacer marca desde los 20 años, pero el conocimiento era muy limitado para ese momento. Recién a los 28 años, y el haber estudiado fuera del Perú donde vi el valor que le dan al producto local me hizo pensar en hacer algo en el lugar indicado, pues aquí hay arte, materia prima, solo faltaba darle una cara y alma. Saqué la mejor versión para que las personas valoren el producto con alma, corazón y vida.

¿Por qué el nombre Coco Chumino?

Una marca debe tener ADN, identidad y alma. Recordaba que en mi infancia al ingresar a Virú se veían las plantaciones de coco. Mi madre también tenía sus hectáreas, entonces quise tomar eso.

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Tus diseños son muy valorados, inspirados en la cultura Virú, ¿Qué te dicen los clientes?

Esta parte de identidad hace que muchas clientes se identifiquen con nosotros, pues estamos dando un valor y estamos recuperando algunas culturas que con los años se han ido perdiendo.

¿Cuál es el factor fundamental que hizo que tu marca se posicione en el mercado?

Desde que comenzamos supe que el camino iba a ser complicado. Tenía claro que no sería una marca del montón y sin valor. Sería una marca que apoye a más personas, una marca de diseño exclusivo.

Sus modelos exclusivos lo diferencian con otras marcas locales.
Sus modelos exclusivos lo diferencian con otras marcas locales.

La pandemia afectó a muchos negocios, ¿Cómo viste ese tiempo?

Estuve tres meses con todo paralizado, pero la creatividad nunca se muere. Una de las cosas que hicimos es hacer un rebranding. La nueva cara nos dio un plus.

¿A qué mercado llegaste con las plataformas digitales?

El primer consumidor fue Trujillo, luego todo el Perú, exportamos a Estados Unidos, España, Chile y Ecuador.

Estudiaste farmacia y luego psicología, ¿Cómo ingresas al rubro de calzado y en un mercado tan competitivo como Trujillo?

El tema organizacional era muy fácil para mí, pero al no encontrar trabajo me di cuenta que yo era creativo y mi talento podía ser valorado, así quera momento de crear una marca y junto a mi socio Eduardo Delgado hicimos un estudio de mercado y buscamos a los mejores maestros artesanos de la región.

¿De qué manera la digitalización te ayudo a expandir tus productos?

Me ayudó mucho a transmitir mis historias, y que la gente puede conocer no solamente somos una marca que vende zapatos, que ellos sepan que detrás de esto hay una historia, un equipo, que luchamos a diario. El principal valor de la empresa es humanizar nuestra marca.

Eres un empresario muy joven, ¿a que aspira a mediano plazo?

Tener una boutique con todas las líneas, accesorios, ropa, y tener una tienda en un centro comercial. Estamos con miras a ir a Ecuador.

¿Qué se fija una mujer antes de comprar unos zapatos?

Lo primero que ven son las hormas, ellas buscan confort, puede ser muy lindo el calzado, pero ¿Qué pasa si no lo puedes usar? Usar el zapato es una forma de ir contando de quien es la marca.

¿Cómo mejoró la rentabilidad con el uso de las redes sociales?

‘Coco Chumino’ nació en redes sociales cuando el Instagram empezaba a crecer, fue importante, la gente puede ver el producto, de donde viene y llegamos a mas nichos de mercado.

Si alguien de otro lugar quiere comprar tus zapatos, ¿Cómo hace?

Trabajamos con Olva, que es un buen aliado para que el pedido llegue a tiempo, a cualquier lugar donde nos soliciten. Como el trabajo es artesanal podríamos demorar unos 12 días, pero todo lo comunicamos al cliente.

La marca trujillana trabaja Jorge, Antonello y Dalí, quienes son expertos maestros del calzado que hacen una obra de arte en cada zapato.
Foto: Coco Chumino.
La marca trujillana trabaja Jorge, Antonello y Dalí, quienes son expertos maestros del calzado que hacen una obra de arte en cada zapato. Foto: Coco Chumino.

¿Cuánta gente trabaja en la producción?

Somos cinco actualmente. Empezamos con tres personas. El maestro Antonello tiene 30 años de experiencia y lo capacitaron unos italianos que llegaron a la ciudad; Jorge tiene 25 años haciendo estos trabajos y Dalí lleva 15 años, es un buen dibujante y pinta obras de arte en los zapatos.

Ping Pong

Virú: Mi madre

Coco Chumino: Mi hijo

Calzado peruano: oportunidad

Sueño: mi marca en el mundo.

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