Los peruanos estamos de moda y el arte chicha está causando furor en España, país donde nuestro compatriota Ángel Urcuhuaranga dicta clases de cartelería y ya tiene muchos seguidores que aman esta técnica popular. Este artista es hijo del gran artista Fortunato, quien en los años 80 puso de moda los letreros chichas y cautivó a las grandes agrupaciones de cumbia, folclor y otros géneros que querían trabajar con el maestro. Además, es hermano del reconocido artista Elliot Tupac, quién también difunde esta expresión cultural.
EL ARTE LE CORRE POR LAS VENAS
Ángel es abogado de propiedad intelectual y está en Madrid llevando una maestría. Y como nació en un hogar con mucho conocimiento en el tema de la cartelería, no dudó en crear su propio emprendimiento en el 2014, al que llamó ‘Letra Power’.
Su trabajo consiste en transmitir la historia del cartel y el proceso de la serigrafía artesanal y es cien por ciento manual, a través de talleres, murales y otros.
En Perú ha realizado muchas clases de cartelería y colaborado con grandes eventos de la capital. Viajó a España donde dio rienda suelta a su imaginación y pudo explorar con mayor libertad su proyecto que inició, pues cuenta que Madrid le tienen mucho respeto a la cartelería y valoran mucho este arte.
“A ellos les fascina los colores fosforescentes que se usan, pero ignoran un poco de donde viene la esencia de los carteles y cuando les cuento sobre el proceso y la historia, ellos valoran mucho más la cultura peruana”, detalla.
Gracias a este trabajo, muchas puertas se han abierto para Ángel, quien fue invitado a participar en Pinta Malasaña, un festival de muralismo muy famoso en Madrid, donde hablará no solo de este arte sino también del Perú. También fue invitado a dictar talleres en La Tabacalera, un lugar enigmático de arte y cultura en esta ciudad y en mayo dará otras clases en Ibiza.
Europa está fascinado con su arte
El artista no solo ha compartido su trabajo con españoles, pues también con personas de Italia, Alemania, Grecia y otros. Todos ellos reconocen la particularidad de la cartelería chicha peruana, por sus letras y colores fuertes.
“Les llama mucho la atención y sobre todo el proceso que es manual, algo que se ha ido perdiendo con el tiempo en el mundo de la serigrafía. Ellos tienen muchas ganas de aprender la técnica y sobre todo vivir la experiencia de hacer sus propios carteles”, refiere.
Hay muchos dueños que desean realizar exposiciones de arte porque les gusta la perspectiva de difundir la historia de cómo su familia se involucra en la cartelería y como llegar a ser una de las expresiones reconocidas en el ámbito popular.
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