Amaro Casanova siempre se sintió atraído por el mundo de la moda, pero su padre le decía que era una carrera efímera y que no se podía vivir de eso. Estudió arquitectura en la Universidad Peruana de Arte Orval, se especializó en diseño de interiores y gracias a su buen gusto fue elegido para ejecutar varios proyectos, donde quedó cautivado por la alta costura. Con 15 años en este mundo, Amaro confiesa que está en su etapa más feliz, porque cumple el sueño de las mujeres que llegan a su estudio en busca del vestido de novia perfecto. Él conversó con Emprende Trome.
¿Cuál fue el primer vestido que hiciste?
Le hice a mi mejor amiga, se casó en el 2001. Fue algo diferente, era un pantalón palazzo de color maíz con celeste, era súper relajado. Luego vino uno de novia llamada Ana Li, descendiente china, y le hicimos un vestido con materiales naturales, con toques orientales, el bordado a mano en técnica tradicional de quimono.
¿Cómo es la experiencia con las novias?
Nosotros tratamos que sean como una fiesta, llegan a este lugar donde es un entorno muy social, cada prueba (son cuatro), y todas aquí se hacen amigas y hasta intercambian tips.
Tú eres arquitecto, especialista en diseño de interiores...
Parto de mis conocimientos y hago mis bocetos muy arquitectónicos (vistas frontales y laterales) sobre papel mantequilla y con lápiz como si hiciera un plano…
¿Con cuántas personas trabajas?
Trabajamos con varios talleres, somos unas 40 personas.
¿Cuánto tiempo toma hacer un traje?
Es relativo. En un año pueden pasar muchas cosas, puedes cambiar de opinión, ha pasado que la novia salió embarazada y tuvimos que modificar. Contamos la historia de cada novia, porque es todo un mundo.
¿Tus diseños han llegado al extranjero?
Sí y en varias oportunidades he tenido que llevarlos al extranjero como Italia, Chile, Argentina, Estados Unidos, tenemos novias de diferentes lugares.
Todos los negocios tienen momentos buenos y malos, ¿cómo es en tu caso?
En el tema de novias no he tenido problemas, hubo un momento en el que yo reorientaba mis intereses a proyectos que de repente no son suficientemente satisfactorios. Las novias siempre se van a casar.
¿Es muy caro hacerse un traje de novia contigo?
Un vestido puede ir de 6 mil quinientos soles a 20 mil soles, pero si nos dicen que el perfil es diferente, probablemente lo haremos y lo vemos como un reto, y está en nuestra experiencia en dar solución.
¿Es rentable?
Sí, yo creo que si lo disfrutas llega a ser rentable. Mi papá creía que no iba a poder vivir tranquilamente, pero de pronto decía que con mi buen gusto no iba a vivir, ahora me dice que he podido capitalizar ese buen gusto.
¿Con qué materia prima trabajas?
Con todas, pero mi preferida es la organza de seda, el gazar, me encanta el volumen.
Dedicas mucho tiempo a tu taller, ¿en qué momento descansas?
Soy maniático del trabajo. La chamba termina cuando extendiendo la cola de la novia, veo que está con su papá y yo digo, besos ¡enjoy!... y me voy.
Si un joven diseñador quiere iniciar un negocio similar al tuyo, ¿por dónde debe empezar?
Conseguir un buen equipo, porque si no estás respaldado por un buen producto no tienes nada, en este negocio la gente se siente alegre con lo bien que la trataste y con lo bueno que fue su producto y vas a tener vitrina y será sostenible.
¿A qué lugares viajas para tener lo último?
Me encanta viajar, podemos irnos a Nueva York y hasta Asia. Voy a ‘Gamarra’ una vez a la semana para saber qué hay en el mercado, puedo traer sedas de Asia y encajes de Japón, pero tengo que saber qué hay a 5 kilómetros de mi estudio.
¿Cómo te promocionas?
Soy pésimo en marketing y esa es una de mis grandes dificultades, tal vez porque no soy bueno hablando de mí mismo. Hasta ahora hemos trabajado bien por ser un negocio de boca en boca, pero no saben todo lo que hacemos.
¿Cuál es tu público objetivo?
Todos. Yo le decía a un fotógrafo: si vas a tener clientes que pueden gastar 20 mil soles en un vestido de novia, quizás puedas tener 4 al año, pero hay novias que pueden gastar solo 2 mil dólares, pero lo tenemos en cuenta y hacemos que más gente viva maravillosas experiencias.
¿Qué errores no volverías a cometer?
Decirle sí a todo. Aunque me ha llevado a tener proyectos increíbles, como historias de teatro, de ballet, eventos de moda, hice cosas bravazas porque me gusta.
¿Qué más hace Amaro Casanova?
En vista que nos va tan bien, tenemos una agencia de desarrollo de eventos para novias y vemos absolutamente todo de la boda.
¿Cuál es la tendencia actualmente?
Son muy relativas, las bodas son algo tan personal, que puedes hacer lo que quieres. Hay ahora ideas que van en la onda más industrial, en el que los elementos son más originarios.
¿Qué es para ti el vestido de novia?
Es uno de los juguetes más apreciados de todas las niñas, es un elemento cargado de mucha emoción.
Consejo para los emprendedores…
Tuve suerte de conocer un buen equipo de trabajo, tienen que ser fieles con sus proveedores, trata bien a la gente con la que trabajas, porque ellas hacen que tus proyectos salgan adelante.