Por: Carlos Bernuy

“La culpa es tuya”. Las cuatro palabras más fáciles de pronunciar en la vida del ser humano. El dedo acusador es mucho más ligero para levantar que la buena auto crítica. Pasadas las 9 y media de la noche de ayer martes 13, los datos personales de inundaban las redes sociales. El árbitro del ‘tenía que pagar por lo que había hecho’. Una actitud de matón y de ‘vivos’ conocida. La perdió 4-2 porque se juntaron errores arbitrales y grandes fallas nuestras. No fue un factor solitario.

Bascuñán, que no es un buen árbitro, se equivocó más de una vez, como también nuestros jugadores. Todos reclaman que debieron expulsar a Richarlison por el golpe a Miguel Trauco, sin embargo, no fue agresión y estaba el juez de línea a un metro. Eso sí, Bascuñán decidió a favor de Brasil las jugadas divididas y friccionadas. Revisemos los goles en contra. Yotún jala la camiseta en el área y es un penal tan evidente que un juez primerizo lo hubiese cobrado. En el segundo, Pedro Gallese sigue con la vista la trayectoria de una pelota que recorrió de ida y vuelta la línea de su arco tras un córner y terminó dentro.

Vamos al tercer tanto. En el primer análisis, no parece haber falta de Carlos Zambrano sobre Neymar. El árbitro chileno no dudó y lo sancionó. Sabemos que el VAR recomienda, no decide, salvo en la posición adelantada por ser tecnológica (como en el gol anulado a los brasileños). Bascuñán impuso su criterio y lo cobró. Quizás la consulta con las imágenes hubiese sido lo apropiado y menos polémico. Hay que recordar que en Paraguay, Néstor Pitana también impuso su decisión, no vio imágenes y lo de Zambrano fue amarilla.

Perú perdió 4-2 ante Brasil en el Estadio Nacional. (Photo by Daniel APUY / POOL / AFP)
Perú perdió 4-2 ante Brasil en el Estadio Nacional. (Photo by Daniel APUY / POOL / AFP)

Sin embargo, pocos recuerdan que en la jugada que deriva en ese penal del 3-2, Luis Advíncula y Miguel Trauco terminan marcando de manera espantosa y el brasileño logra hacer un cambio de juego hacia la derecha. Allí se inició el contragolpe. En la jugada de expulsión de Zambrano no hay mucho que decir, simplemente que el juez chileno sacó amarilla en una acción que ya de por sí era roja. Una acción tonta e innecesaria del defensor que reitera su ausencia de equilibrio.

Para el cuarto tanto, vemos que dos jugadores nacionales van pasivos a la acción que termina con la pelota dando en el poste y aprovechada por un Neymar más vivo que los dos. Perú le dio entonces las armas al juez para que se transformara en el verdugo que usó un silbato y no un hacha. Eso sí, la selección tuvo cosas para destacar como la confirmación goleadora de André Carrillo, los buenos remates de lejos de Renato Tapia y lo que puede aportar Jefferson Farfán de ‘9’ a comparación de Raúl Ruidíaz.

Sin embargo, también quedan interrogantes que del aire deben bajar a la tierra. ¿Por qué Ricardo Gareca hizo los cambios a los 90′ si Farfán estaba fundido y Christofer Gonzales tuvo un pésimo partido? ¿Por qué no se la jugó antes quizás por Aldair Rodríguez y Andy Polo para darle una preocupación a un rival que se nos venía? ¿Hasta cuándo Advíncula y Trauco dejarán que les ganen las espaldas? Ojalá que estas respuestas lleguen antes de jugar contra Chile en Santiago allá por noviembre.

Mientras, Julio Bascuñán va rumbo a su país. Aquí se quedan los del dedo acusador y la autocrítica invisible.


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