Sujeto desató un baño de sangre antes de ser abatido.
Sujeto desató un baño de sangre antes de ser abatido.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, y el redactor gigantón ‘Barney’ llegaron al restaurante por un delicioso tallarín saltado de carne y su chicha morada al tiempo. “María -me dijo Barney-, ‘El Sonámbulo’ viajó al norte chico por un espeluznante caso policial, pero te contaré el caso del ‘Salchipapero asesino’, que me tocó cubrir.

Un tipo que mató a cinco personas y la prensa nacional e internacional comparó su accionar con el de Michael Douglas en la película ‘Un día de furia’ (1993), del recientemente desaparecido director Joel Schumacher.

Edgardo Romero Naupay, de 32 años, era licenciado de un instituto armado, que se ufanaba públicamente en las redes sociales de manejar armas y amenazaba con acribillar a los empleados del municipio, quienes le impedían vender hamburguesas y salchipapas en una zona prohibida.

Cuando una noche de febrero del 2017, el personal de fiscalización interviene su carrito sanguchero, reacciona en forma desequilibrada asesinando a Martín Moreno, el gerente de fiscalización. Y huyó, armado con dos pistolas, al centro comercial Royal. Allí, la trabajadora de seguridad Susan Juárez Pilco (28) impidió su ingreso al local. Romero disparó y la mató delante de todos.

Después hizo lo mismo con el agente César Arellano (32), quien trató de defender a su compañera. La carrera mortal del homicida continuó. Ingresó a la discoteca Di Luna y al restaurante Rústica, donde disparó e hirió a varias personas.

Pese al tiempo transcurrido desde que atacó a balazos al funcionario de Los Olivos, ningún efectivo policial o sereno de dicho distrito, o de Independencia, le salió al frente. El ‘Salchipapero asesino’ bajó las escaleras y apuntó mortalmente contra Gloria Mostacero Cuzco (25), matándola al instante.

Caminó unos metros y disparó nuevamente contra dos mujeres, quienes comían en un puesto ambulante. El golpe final lo asestó contra Nicole Muñoz Peña, quien murió baleada cuando sacaba 20 soles de un cajero del Banco de Crédito del Perú.

El terrorífico baño de sangre y muerte acabó cuando un valeroso policía vestido de civil, quien tuvo que dejar a su familia, lo enfrentó y lo abatió a tiros. Las balas le dieron en la espalda y la cabeza.

Fue una aparición providencial. Pero ya habían muerto cinco personas y muchos inocentes resultaron heridos. Fue una noche de terror en Independencia”. Pucha, qué terrible historia, Me voy triste, cuídense.


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