El partido entre West Ham y Burnley ha dejado la imagen más dura del fin de semana en el mundo del fútbol. Ashley Westwood, volante de los ‘Clarets’, sufrió una terrorífica lesión en la cancha del estadio Olímpico de Londres. La lamentable acción se produjo durante una disputa con Nikola Vlasic, centrocampista de los ‘Hammers’.
La escena empezó con un rechazo defensivo por parte de los ‘Martillos’. Enseguida, Westwood controló el esférico en campo del adversario. No obstante, el mediocampista estuvo a punto de perder la posesión y se arrojó sobre el césped. De inmediato, Vlasic apareció en el cuadro para la recuperación. En ese momento, hubo un impacto entre los dos y el perjudicado fue Ashley.
De hecho, el hombre de Burnley agitó uno de sus brazos para avisar al árbitro y al equipo médico cuando se percató del estado de su pie. En paralelo, el futbolista de West Ham vio lo que había ocurrido y su primera reacción fue llevarse las manos a la cabeza por lo impactante escena de la que fue testigo.
Acto seguido, todos los jugadores y el juez apuraron a los médicos de los ‘Vinotintos’ para que asistan a Westwood. Al mismo tiempo, el otro protagonista, Vlacic, enterró sus rodillas sobre la cancha y se agachó para lamentarse por lo ocurrido. Es más, el medio de West Ham derramó unas lágrimas a tal punto de ser consolado por Declan Rice.
Después de largos minutos de consternación entre los deportistas y el silencio de los hinchas en las tribunas, el cuerpo médico hizo todo lo necesario para atender a Westwood. El volante de Burnley abandonó el terreno encima de una camilla y ante la ovación de los fanáticos que asistieron al coloso londinense.
A falta del reporte oficial, en Inglaterra, los medios locales comentan sobre una fractura que dejará por largo tiempo sin actividad a Westwood. El futbolista de los ‘Clarets’, reemplazado por su compañero Josh Brownhill a los 33 minutos, fue trasladado inmediatamente a un hospital en la capital.
“Se podía ver que no era bueno por la reacción de los jugadores, así que fue un gran golpe para el grupo. Declan Rice se acercó y dijo de inmediato ‘no es bueno’, así que pudimos ver por la reacción de los jugadores y el propio muchacho. Levantó la mano y no bajó, así que no es bueno”, comentó el entrenador interino Mike Jackson sobre la lesión de Ashley.