Un episodio más de violencia que mancha el fútbol latinoamericano. Sucedió el reciente sábado en la Liga BetPlay de Colombia. Barristas de Unión Magdalena y Junior se enfrentaron en el Estadio Sierra Nevada y el partido tuvo que suspenderse. Producto de la pelea, un hincha falleció, de acuerdo a un informe de la Policía.
Imágenes divulgadas por noticieros mostraron a los aficionados lanzándose objetos en la tribuna oriental y parte del campo de juego, mientras la voz que hablaba por los parlantes pedía a la turba no arrancar las sillas.
Dos personas resultaron “heridas durante estos eventos de intolerancia que se dieron y una de ellas falleció”, informó el domingo el coronel Jesús de los Reyes, comandante de la Policía en la ciudad.
“Ya se dispuso de un grupo especial investigativo para identificar (a) los responsables” y “llevarlos lo más pronto posible ante las autoridades”, agregó el oficial.
El clásico de los dos equipos de la costa Caribe, que iba 1-1 hasta la suspensión (minuto 73), hacía parte de la decimoséptima fecha del Apertura colombiano. La Dimayor, ente rector del balompié cafetero, no ha informado cuándo se reanudará.
Su presidente, Fernando Jaramillo, dijo en Noticias Caracol que pronto anunciarán sanciones “contundentes” y no descartó ordenar que los partidos se disputen “a puerta cerrada”.
El fútbol debe ser una “celebración” y “no una batalla campal como la que vimos ayer”, reclamó.
La alcaldía de Santa Marta dio cuenta de “más de 200 sillas” que fueron desprendidas de la grada y ofreció el equivalente a 2.600 dólares como recompensa para quien brinde información sobre los responsables de la acción “vandálica”.
Con información de AFP.