Por Carlos Bernuy
@BernuyCarlos
La cosa es sencilla: Universitario pudo fichar en 2017 un jugador regular, malo, muy malo, demasiado malo y a Daniel Chávez. Increíblemente tomó la última decisión. Lo contrató hasta el final del 2019, pensó que iba a ser su goleador y la realidad le pegó una justa cachetada. El delantero de 30 años firmó otra ridícula actuación en Huaraz y el hincha crema ya no aguanta más.
Daniel Chávez no puede controlar una pelota, no sabe dirigir un pase, no se mueve con acierto en el área y frente al arco tiene la capacidad de definición de un jugador suplente de, con el respeto que se merece el torneo, la Copa Perú. Cuesta abrir los ojos y verlo con la camiseta de uno de los dos equipos más grande del país, Universitario, y cobrar un buen sueldo en dólares por hacer todo mal.
Quienes enarbolarán la bandera de su defensa podrán argumentar que jugó en Europa e inclusive en el Brujas, un club reconocido en Bélgica. Allí metió ocho goles en dos años y apenas finalizó su contrato le enseñaron la puerta de salida, algo que no se hace cuando ven potencial en un futbolista. "En Vallejo hizo 14 goles", dirán otros. La verdad es lo que los convirtió en 42 partidos y que, en su última campaña allí, solo anotó dos tantos en 30 juegos.
La historia continúa y Daniel Chávez con Melgar hizo 3 goles en 17 partidos hasta llegar a Universitario. Sí, pese a esos terribles registros, a alguien en Ate se le ocurrió que Chávez podría marcar esos goles que el equipo necesitaba urgente. Año 2017, nueve partidos un gol. Año 2018, cinco partidos en el Apertura, ningún gol y un nivel tan desastroso que la cadena ESPN no pudo contenerse la risa.
¿Qué hacer? Rescindirle el contrato por bajo rendimiento es lo más sensato, pero como en Universitario aún no puede fichar, sus divisiones menores no sacan al menos un futbolista regular y tampoco tiene dinero para pagarle la rescisión, seguramente Daniel Chávez se quedará y seguirá castigando el hígado de cada hincha merengue. Por eso, prepara tus aspirinas para el dolor de cabeza y alista el cabello que vas a jalarte. Todo cortesía de quienes no entienden el fútbol.