Tokio 2020 demuestra que ser madre, en pleno siglo XXI, sigue siendo un obstáculo para que una mujer pueda desarrollar su carrera como lo haría un hombre. Es la historia de Ona Carbonell, nadadora olímpica de España: su bebé, al que aún amamanta, fuera expulsado de los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón.
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A Ona Carbonell, de 31 años y capitana del equipo español de nado sincronizado se le ha prohibido llevar a su hijo de un año de edad a Tokio 2020, juegos a los que clasificó. Ella asegura que el Comité Olímpico “la hizo elegir” entre su familia y sus sueños deportivos.
Entre los argumentos están que la falta de instalaciones adecuadas en la Villa Olímpica y las regulaciones para prevenir los casos de Covid-19 entre los deportistas olímpicos, han hecho imposible que muchos atletas lleven a sus hijos a los juegos de este año.
Ona Carbonell, una de las nadadoras sincronizadas más destacadas del mundo, ganó la medalla de plata de Londres 2012, hizo esta denuncia a través de un video publicado en sus redes sociales.
“Cuando di a luz a Kai y vi que me estaba poniendo en forma y que podía llegar a los Juegos de Tokio, lo primero que hice fue preguntar si podía llevarlo porque estaba amamantando, y me dijeron que no”, cuenta Ona Carbonell sobre su caso.
“Hace unas semanas, algunos atletas dijeron en las redes sociales que es una situación difícil tener que elegir entre la lactancia materna y las consideraciones familiares y los Juegos Olímpicos”, agrega.
Nacida en Barcelona, la atleta también se puso en contacto con el Consejo Superior de Deportes y el Comité Olímpico Internacional (COI) para conseguir que ser madre no trunque sus sueños olímpicos. Sin embargo, todo intento resultó inútil. Fueron los funcionarios del COI quienes consideraron no negociable bajo ningún punto de vista de que Ona Carbonell viaje con su bebé para que pueda participar en Tokio 2020.
Carbonell dijo que las regulaciones del gobierno japonés son “incompatibles con poder actuar en los Juegos Olímpicos y con que su familia esté lo mejor posible”.
La deportista barcelonesa añadió: “Las condiciones son que Pablo [su pareja y padre de su hijo] y Kai tendrían que estar en un hotel. Y no sabemos qué tan lejos de la villa estarán o si podrían salir del hotel en los 20 días que estoy en Tokio. Y para ir a amamantar a Kai tendría que dejar la villa, salir de mi burbuja e ir al hotel”.
“Pondría en riesgo al equipo en los Juegos Olímpicos, que es un objetivo que llevamos luchando desde hace mucho tiempo. Pero al mismo tiempo”.
No obstante, con el apoyo de su familia, Ona Carbonell tomó la difícil decisión de dejar a su hijo en España y viajar a Japón para competir en Tokio 2020.
“Espero que esto sirva para el futuro, para los próximos Juegos Olímpicos y para otras próximas competiciones”, agregó Ona Carbonell. Si consigue una medalla de nado sincronizado en Tokio 2020, ya sabemos a quién se la dedicará.
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