Por Carlos Bernuy
@BernuyCarlos
Perú al Mundial Rusia 2018: Es fácil volar. Dispararse directo al cielo de la soberbia cuando tienes los pies ligeros. Es fácil volar, y más fácil estrellarse. Las lágrimas por doquier, los gritos desaforados y los agradecimientos casi eternos hacia los jugadores de la selección peruana han caído de la peor manera en algunos de ellos. Porque creen tener una carta libre para convertirse en reyes olvidándose que no tienen corona. Yordy Reyna, Christian Cueva y Raúl Ruidíaz ya empezaron.
Lo de Yordy Reyna, tras la lamentable muerte de una menor de edad en una reunión, no acabó allí. Si su nuevo 'look' ya era una invitación a la crítica, el pelearse con un joven en una discoteca del Sur y andar en discusiones con una joven fiestera motiva la pregunta ¿dónde quedó su lado futbolístico? "Está de vacaciones", dirán algunos. El tema es que el descanso lo utiliza para crear noticias negativas.
Lo de Christian Cueva es increíble. Hay que regalarle un video para que se entere la grandeza que posee el Sao Paulo y, más aún, esa camiseta '10' que lleva sin merecer. Porque un correcto jugador del 'Tricolor Paulista' no llega tarde de las vacaciones, se cree superior al resto, hace berrinche porque lo ponen de suplente o se niega a viajar por estar pensando en ofertas de Arabia. Si Sao Paulo se aburre y le dice adiós estará en todo su derecho.
La última perla del mes de enero la puso Raúl Ruidíaz. Portada de muchos diarios por sus goles o hasta porque 'casi anota', al atacante del Morelia apareció increíblemente en la promoción de un programa de 'competencias' recibiendo centenares de críticas de los aficionados. ¿Había la necesidad? Se sabe que el sueldo que gana en México es más que bueno y que no necesitaría relacionarse con tuercas, 'charadas' o campanas para aumentar la cuenta bancaria.
Un párrafo aparte para el éxodo de los jugadores nacionales que partieron casi velozmente a México. El portero Carlos Cáceda y el volante Wilder Cartagena no juegan y el perder continuidad puede incluso dejarlos sin Mundial. Alexi Gómez no destaca en el Atlas, e Irven Ávila es suplente en Lobos BUAP . Quizás hubiese sido mejor quedarse aquí, ser titulares en sus equipos, ir a la Copa del Mundo y tras ello cambiar de camiseta.
Perú clasificó al Mundial, pero algunos de sus jugadores pareciera que ganaron una guerra mundial. Se condecoraron así mismos, se llevaron al nivel de 'intocables' olvidando que lo que haces con las manos, muchas veces lo borras con los pies.