El espejo siempre tiene dos caras. De un lado parece que hay un villano y del otro un héroe, pero a veces los papeles no son lo que parecen. Esto habría pasado la noche anterior al comunicado donde Renato Tapia decidió no viajar con la selección.
Según una fuente interna, toda la historia transcurre en uno de los lobbies del hotel ‘Hyatt Centric’ de San Isidro y allí estaba Jorge Fossati. De pronto habría aparecido el capitán con una frase directa y cortante. “‘Profe’, lo siento mucho, pero no voy a viajar con ustedes, porque (Agustín) Lozano no quiere pagarme mi seguro ni mis 100 mil dólares mensuales (lo que gana en el Celta)”, lanzó el volante.
El seleccionador lo miró asombrado, le pidió calma y que se siente para buscar una solución. En ese momento pasó el presidente de la FPF y todo se ‘incendió’. El directivo preguntó ¿qué pasa? y le pidió al jugador confianza para solucionar el tema.
Lo que vino después nadie lo esperó: Renato adoptó una posición malcriada, levantó la voz y le recordó a Lozano su trayectoria como jugador y que si alguna vez le pagaron el seguro a Paolo Guerrero él exigía lo mismo.
El seleccionador quiso hacer de intermediario y pidió serenidad a su pupilo, pero el volante habría dicho lisuras y que lo ‘estaban meciendo’. Eso llevó al límite al entrenador que puso cara seria y le dijo al futbolista: “Renato, acá todo lo que quieras, pero tienes que respetar a la autoridad y respetarme a mí”.
Tapia continuó reclamando y Fossati se hartó de su actitud. “Me trastocas todos los planes al venir a decirme que no viajas. Bueno, lo que soluciones lo solucionas con el presidente Lozano. Pero conmigo no viajas más, conmigo a la Copa no vas”, le respondió el uruguayo para luego darse media vuelta e irse.
Luego le comunicó a todo su comando técnico que le bajó el dedo. La noticia empezó a correr como pólvora y varios ‘pesos pesados’ de la selección habrían puesto cara de enojo contra su compañero por sus actitudes, las mismas que muestra constantemente.
Queda claro, es fácil ser el héroe de una historia mal contada. Lo difícil es reconocer que en verdad eres el villano.
Al respecto, rechazo y niego tajantemente todas y cada una de las afirmaciones que publica su medio de prensa, donde se me atribuye actitudes, comentarios y faltas de respeto que jamás he tenido en mis casi de 12 años de seleccionado nacional. En todo mi tiempo como jugador de la selección nacional de Perú he procurado llevar mi carrera profesional de la mejor manera, evitando cualquier comentario/noticia que pudiese afectar a la selección.
Lo señalado en su nota intenta desprestigiarme, y retratarme frente a sus lectores como una persona egoísta e irrespetuosa. Por ello, rechazo las afirmaciones que hacen en su nota periodística.
En ese sentido, y en atención a la evidente falta de veracidad de los hechos descritos en su nota web, solicito que en virtud a lo dispuesto en el inciso 7) del artículo 2° de la Constitución Política del Perú, procedan a rectificar la nota publicada en su Diario Trome (versión digital) del 13 de junio de 2024 en un plazo de veinticuatro (24) horas; pues, de lo contrario, estaría incurriendo en el presunto delito de difamación.
De no efectuar la rectificación correspondiente, me veré forzado a iniciar las acciones civiles y penales que correspondan a fin de defender mi derecho al honor y reputación.
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