Potencia, guapeza, coraje y fineza. , el goleador que nos tiene acostumbrado a los goles explosivos, de la camiseta empapada de sudor, ahora le ha agregado una característica a sus múltiples virtudes: la pelotita parada.

Ayer, luego de finalizada las prácticas de la en la Videna, Paolo Guerrero no se fue a las duchas. Se quedó en el campo y a su alrededor se juntaron Nolberto Solano, Christian Cueva y Paolo Hurtado. La razón era una: se batirían a duelo en una competencia de tiros libres. Para hacerla más animada, se hizo una apuesta: 400 dólares al vencedor o un almuerzo en un restaurante exclusivo que pagarían los perdedores. En el arco, tres porteros seleccionados: Pedro Gallese, José Carvallo y Carlos Cáceda.

Bajo esas reglas, cada participante ejecutó ocho remates y Paolo Guerrero demostró que le ha sumado otra virtud a sus chimpunes. Fue el más efectivo con 6 goles, los demás solo pudieron anotar cinco. Y lo sorprendente es que Paolo también dejó rezagado a ‘Ñol’, un especialista en la materia. El técnico Ricardo Gareca pasó observando toda la competencia y aplaudió el buen momento del atacante del Flamengo.

La felicidad de Paolo Guerrero fue evidente y festejó de manera peculiar: brazos abiertos y dedicatoria al cielo. Como imaginándose al ‘Cristo Redentor’ que ve todos los días en Río de Janeiro. Luego, Solano le dio palmaditas como acariciando a su mejor alumno. No hay dudas, Paolo está ansioso por anotar y ensaya por todos los medios para darle una alegría al Perú.