CORRIÓ SANGRE ‘Bicolor’ y ’Vinotinto’ en el Monumental de Monagas. Esta es la historia que no se vio de la tremenda pelea que se armó entre Perú y Venezuela, y que la televisión local ocultó para mostrar en su lugar banderas o hinchas.
Todo comenzó a los 41’, cuando Salomón Rondón metió el tanto de penal que daba ventaja al local. El festejo fue cerca a la banca peruana y, para colmo, desde el banquillo venezolano el técnico Fernando Batista, sus asistentes y los suplentes les gritaron en la cara a los peruanos ese gol.
La mecha se había prendido y, minutos después, fueron los nacionales los que les enrostraron con lisuras y gritos la conquista de Bryan Reyna que se suponía era el empate. Todo iba camino a volar y explotó cuando el árbitro Cristian Garay fue al VAR a ver la jugada.
Mientras el chileno revisaba, de banca a banca se lanzaban insultos y la Policía los separaba. Tras la decisión del chileno de anular el gol, los venezolanos, liderados por Pedro Infante, vicepresidente de la Federación Venezolana de Fútbol y quien ‘calentó’ la previa en sus redes sociales, se burlaron de los peruanos y arrancó la pelea entre las bancas.
Empujones, patadas, puñetes y demás se dieron en la puerta de ingreso y luego en el túnel. Incluso, jugadores titulares de ambos equipos se unieron a la bronca y se rompieron chalecos y volaron botellas. Tras varios minutos y ya con el pitazo final de la primera parte cada escuadra se dirigió a su camarín.
Fue como si alguien sonara la campana en este ring inesperado.
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