¡Una sola fuerza! Nunca antes el Perú necesitaba un triunfo como el de anoche. Cada gol tuvo una dedicatoria especial. Fueron para cada uno de los damnificados por los desastres que nos golpean. Por eso el festejo en las calles, parques y plazas fue eufórico, con una algarabía desbordante.
La emoción hervía en el Jirón de la Unión, en la Plaza San Martín, en la Calle de las Pizzas, en los bares de Barranco. Un solo grito estallaba por todos lados: ¡Perú! ¡Perú! ¡Perú! Parecía escucharse desde el Estadio Nacional hasta Piura y Tumbes.
“Así se juega carajo. Ya era hora que nos den una alegría en medio de tantas desgracias. Me he quedado ronca gritando los goles… Es hora de celebrar, en verdad ya nos tocaba”, expresó emocionada María Flores, una joven estudiante que vio el partido de la selección peruana en un restaurante miraflorino.
PITAZO FINAL
Ni bien el árbitro tocó el pitazo final del partido, empezaron caravanas de carros por las principales calles de Lima celebrando el triunfo de la selección peruana. En las radios informaban que en ciudades como Arequipa, Huancayo y Chiclayo también celebraron con emoción. “Cuando se enteren los hermanos que están con el agua hasta el cuello, también se van a alegrar. Tendrán esperanzas de salir del hoyo y renacer”, afirmó un vendedor ambulante del Jirón de la Unión.
Quienes también vivieron un partido aparte fueron los choferes de combis y Cústers, quienes siguieron las incidencias del encuentro e la selección peruana por la radio. Un concierto de bocinazos anunciaba el final del partido.