La selección peruana culminó su mini gira asiática con un triunfo y una derrota, aunque es la goleada en contra ante Japón la que, probablemente, permanecerá por más tiempo en la mente de los seguidores del combinado nacional.
Y es que caer 4-1 ante un equipo con el que se tenía una superioridad histórica, es difícil de digerir, aunque fácil de aceptar luego de ver cómo se desenvolvió el desarrollo del juego en el campo. Japón nos pasó por encima y eso queda claro para cualquiera.
Pero más allá de explicar el resultado desde el evidente crecimiento del fútbol japonés (hecho refrendado en sus últimas participaciones mundialistas), los errores de Perú fueron un ingrediente principal para el 4-1.
Podríamos enumerar errores puntuales y rendimientos bajos pero, por la premura del inicio de las Eliminatorias, en esta nota nos centraremos en las conclusiones que se pueden extraer de cara a lo que se viene.
No es coincidencia que los partidos más bajos de Perú en la era Reynoso hayan sido en los que intentó algo nuevo en materia táctica. Ante Alemania se probó una línea de 3 al fondo que no duró más de 45 minutos, mientras que contra los nipones pasó lo mismo con el ‘doble 9′ de Lapadula y Guerrero.
No estamos diciendo que se perdió por usar a los dos delanteros pero queda claro que, para bien o para mal, Perú tiene ya un esquema que mejor se le acomoda. Este es el 4-2-3-1, con la eventual variante de 4-3-2-1 con dos interiores.
Está muy bien probar un plan B o un plan C, sin embargo, con la necesidad inmediata de sumar en una competencia tan exigente como las Eliminatorias, es preferible jugar a lo que se sabe aunque ya nos conozcan que a algo nuevo que no dominamos.
Este no es un pedido para que jugadores como Cueva, Flores o Guerrero salgan de la selección, su aporte es importante, no obstante, en partidos de alta intensidad se notan las licencias de algunos futbolistas que no están en su mejor momento futbolístico.
Christofer Gonzáles demostró estar mejor que Cueva y Lapadula es el ‘9′ sobre un Guerrero que puede llevar peligro desde el banco en los minutos finales. Asimismo, Aquino o Tapia no pueden faltar en un mediocampo en el que Cartagena no está a la altura de sus compañeros mencionados.
Las Eliminatorias se juegan con todo, si la intensidad de Japón sorprendió a Perú lo que se viene es un ritmo similar que va acompañado de juego brusco y patadas. En ese sentido, es casi inadmisible que, ante un rival que te pintaba la cara, no nos hayamos ganado una sola tarjeta amarilla.
Y esta no es una apología a la violencia o a algo que va en contra de nuestro ‘juego bonito’, pero por algo Guerrero criticó que no se corten jugadas y Zambrano reprendió la falta de “malicia” al momento de ir a la marca. Hay que hacerse sentir.
Una de las grandes críticas a las últimas convocatorias de Juan Reynoso es la ausencia de un gran número de jugadores jóvenes que puedan nutrir en un futuro a la selección. La respuesta es muy sencilla: es lo que hay.
Pero hay algo que hay que tener en claro, la selección es la élite del fútbol de cada país y “ser joven” no puede ser una única justificación para vestir una camiseta nacional. Si dichos jóvenes no están a la altura, no queda otra que seguir confiando en los que ya han demostrado su valía.
Dicho esto, sí existe un recambio que se está dando de manera orgánica aunque muy lentamente. Marcos López ya se consolidó como lateral en lugar de Trauco, ‘Canchita’ demostró que está mejor que Cueva (cuando antes decíamos ‘Aladino’ y 10 más) y Bryan Reyna no puede ser suplente nunca más.
Este recambio sigue siendo insuficiente pero es el ascenso natural de los pocos que han alcanzado el nivel para ponerse la blanquirroja.
Perú cayó 4-1 ante Japón por partido amistoso de fecha FIFA en el Panasonic Suita de Osaka. Hiroki Ito, Kaoru Mitoma, Junya Ito y Daizen Maeda marcaron para los locales, mientras que Christofer Gonzáles marcó el descuento. Este fue el último amistoso de la selección peruana antes del inicio de las Eliminatorias en septiembre.
Revive aquí lo que fue el minuto a minuto del encuentro.
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