Allí está por el que algunos peruanos gritaron. Alentaron a Messi y nos pegó, nos bailó y nos ganó. Vayan ahora por su firma. Esos compatriotas que vitorearon a Argentina siéntanse felices. Aquellos connacionales que entonaron ‘Muchachos’ pongan esa canción donde no llegue la luz. Porque a oscuras quedamos luego que el campeón del mundo nos ganara 2-0 en una mezcla de sus virtudes y nuestros enormes desastres.
Desde la alineación del inentendible Juan Reynoso todo se cayó. Un solo volante de marca, Wilder Cartagena, para agarrar a cuatro rivales, uno era Leo, que se retrasó para ser una pesadilla. La confirmación del limitado Luis Advíncula en el once, y la salida de Oliver Sonne de la lista agrandó el abismo al que se unieron un Andy Polo perdido y un André Carrillo que ya está sobrando.
Por ese costado derecho de los tres jugadores llegaron los dos centros que la ‘Pulga’ capitalizó con dos zurdazos a placer (32′ y 42′) y que seguro aplaudió ese grupo de peruanos que no parecen tales. En los tantos de la Albiceleste hubo jugadas simples en el inicio.
En la primera Paolo Guerrero dio un mal pase y en la segunda filtraron un servicio. Argentina nos midió los primeros minutos y hasta permitió que Luis Abram tuviera una chance que erró y que el ‘Depredador’ probara de lejos sin éxito. Luego golpeó e incluso tuvo el tercero con Julián Álvarez, pero Pedro Gallese lo evitó. Al complemento volvimos con cuatro cambios y sin Guerrero, que debiera evitar los gestos que critican a sus compañeros.
Perú terminó con jugadores de la Liga 1 en ofensiva, un correcto Franco Zanelatto, y si no vamos a clasificar que sea con ellos y no con las caras de siempre que solo tienen apatía. El VAR nos dio una mano anulando otro festejo del ‘10′ y el tiempo que restó fueron minutos de entrenamiento visitante.
Compatriotas alentando a Argentina. La selección siendo un desastre y un entrenador que da lástima. Ay, Perú, ¿en qué te convertiste?
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