Tiene bronca guardada, rabia acumulada. Sus pies buscaron ese grito inmortal, el que hiciera saltar a los hinchas, pero falló. Y su corazón aún le duele. Christian Cueva llegó a Lima y no puede olvidar el momento fatídico del partido. “Son segundos de decisión. Esa jugada es responsabilidad mía. Pudo haber cambiado todo”, fueron sus primeras palabras.
La presión y el apuro lo hicieron fallar. Christian Cueva repasa una y otra vez las imágenes y desea retroceder el tiempo. “Es duro. Quizás hay que estar dentro para sentirlo. No vi a nadie, no me di cuenta de que estaba solo, esa es la verdad”, se sinceró.
Obviamente no hay tiempo para el lamento. El martes enfrentaremos a Uruguay y habrá oportunidad para la revancha.
“Todavía estamos con posibilidades. Tenemos que dejar el partido de Venezuela a un lado, pero analizarlo. Hay que buscar los tres puntos ante Uruguay. Estos encuentros son cada vez más duros. El equipo celeste es muy bueno. Por algo está arriba en la tabla”, añadió Christian Cueva.
La preocupación que Christian Cueva siente por el siguiente rival no significa pesimismo. “Nosotros tenemos con qué hacerles daño. Somos locales”, finalizó el volante.
Dicen que el fútbol siempre da revanchas y Christian Cueva la buscará durante los próximos 90 minutos. Él lo necesita, la hinchada se lo pide.