En las últimas horas, directivos de la FPF se han reunido con el técnico Ricardo Gareca. Castigarán a Luis Advíncula y Juan Vargas. Al primero lo dejarían temporalmente fuera de la selección, el segundo no volvería más a ser convocado. ¿Pero eso solucionará el camarín dividido que existe en el plantel? La selección peruana dejó de ser un grupo unido. Un entrenador sin autoridad, con temor a los ‘pesos pesados’ y al que se le ha escapado el manejo del equipo, ha contribuido al desorden total.
Jueves 24 de marzo. Perú pierde 1-0 con Venezuela al final de los primeros 45’. En el entretiempo se esperaba un ‘café cargado’ del seleccionador, pero lo que hubo fue encontrones verbales entre los futbolistas. Claudio Pizarro y Paolo Guerrero habrían ingresado molestos al vestuario, reclaman a los defensas por los errores y responsabilizan a Carlos Ascues del penal que permitió el tanto ‘llanero’.
Según testigos, Ricardo Gareca decide no intervenir. Los nuevos convocados miran callados y sorprendidos. “No puede ser posible que cometan tantas fallas, por su culpa estamos perdiendo…”, habrían sido algunos reclamos. Trascendió que Carlos Zambrano se paró para defender a su compañero en la zaga. “Si no falláramos tantos goles arriba, estaríamos ganando, otro sería el marcador…”, aseguran que encaró a los que criticaban.
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Los 15 minutos de descanso exacerbaron más los ánimos en la selección peruana. El calor de la discusión le pasó factura a Zambrano, que cometió la irresponsabilidad de ganarse una tarjeta amarilla innecesaria con la que quedó fuera del choque ante Uruguay.
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HISTORIA REPETIDA
En Montevideo, Raúl Ruidíaz se alistaba para ser titular. Días antes había recibido el respaldo y elogios de Jefferson Farfán en los entrenamientos en la Videna, pero se insistió por la dupla Pizarro-Guerrero. Incluso, Ascues estuvo con resfrío y fiebre un día antes del encuentro con los charrúas y la presión al técnico hizo que fuera alineado sin encontrarse al cien por ciento.
“De qué vale que Céspedes se rompa en un partido, cuando después viene Vargas y, con el respaldo de los ‘pesos pesados’, vuelve a ser titular. Hay algunos como Benavente, Vílchez y otros, que se han ido decepcionados”, comentó una fuente allegada a la Federación Peruana de Fútbol.
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Trascendió que la división tuvo sus raíces después de la obtención del tercer lugar en la Copa América 2015, cuando en Concepción, en pleno festejo Vargas y Cueva habrían discutido fuertemente. Lejos de unir a sus pupilos, el DT dio más carta libre cuando declaró: “No me interesa la vida privada de los jugadores, sino lo que hagan en la cancha…”. Muchos ya dicen que la selección es un cabaret, pero es más que eso, y mañana seguirán apareciendo más trapitos al sol.