Sadio Mané hizo un partido redondo, perfecto. El delantero de Liverpol abrió la cuenta para los Reds y luego se encargó de asegurar el partido frente a Chelsea, aunque la zaga de los 'Reds' regaló el empate y sobre los minutos finales tuvo que dejar la final de la Supercopa de Europa por un tema muscular.
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