Cuadraron a Roberto Mosquera en vestuario de Alianza Lima.
Roberto Mosquera casi tuvo revolución en vestuario al perder con Universitario - 1

Se cumplían los 90 minutos y el cabezazo de Hernán Rengifo cae como una lanza sobre la herida abierta de la interna de , profundizando aún más sus diferencias. Los jugadores en la cancha se miraban de reojo desafiantes y , desde el banco, buscaba culpables. Un rato después estallaría todo en el camarín.

Roberto Mosquera entra furioso al vestuario y sus primeros dardos los apunta hacia la defensa. “¿Por qué nadie apoyó a George (Forsyth) con la marca en el gol?”, pregunta al aire, según contaron allegados al plantel presentes en la discusión.

Los futbolistas no entendieron su postura. Para ellos fue un error claro de su arquero, pero nadie dijo nada hasta que decide sacar cara por los compañeros. “Acá cada quien tenía su marca ‘profe’, cada uno debe asumir su responsabilidad o ¿usted tiene miedo de decirle las cosas al que se equivocó?”, habría dicho ‘Cucurucho’. La conversación se fue calentando con palabras gruesas de calibre y Roberto Mosquera también le reclamó al lateral por jugar al límite de ser expulsado, mientras otros integrantes también intervenían.

Nuevamente lo que estuvo en el centro de la pelea fue el evidente favoritismo que muestra Roberto Mosquera con el portero, quien parece ser su mejor aval para conservar el cargo debido a su antigüedad en Alianza Lima. Esta situación que se ha mostrado desde comienzos de año ha dividido al grupo en dos y las grietas vuelven a aparecer cada vez que llega una derrota dolorosa.

Ya pasó antes con Leao Butrón, con quien también tuvo un entredicho, y con Reimond Manco, a quien no medía con la misma vara que a sus protegidos, y parece que el manejo del vestuario se le ha ido de las manos. Los jugadores sienten que no se administra justicia equitativamente y aunque podrán llegar algunos buenos resultados, ya no hay marcha atrás en la relación del plantel con el técnico.

LA PELEA II

Su ‘mano derecha’ también se le torció. La pelea no terminó con Roberto Guizasola. El asistente Juan Jayo Legario también reclamó por los malos cambios realizados durante el clásico. Ya durante el partido se podía ver al ‘Pulpo’ tomándose la cabeza en señal de desaprobación cuando ordenaba una variante. Al parecer al DT le quedan cada vez menos aliados en el club.

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