Ricardo Gareca habló no solo de fútbol. (A. Quintana)
Ricardo Gareca

Para ingresar a la Videna, hay que cumplir varios trámites: Pactar una entrevista, llevar tu fotocheck y tener los ojos bien abiertos, porque ni bien cruzas la puerta, cada segundo es importante. Para la charla con llegamos media hora antes. La grabadora, el celular en modo avión (para que ningún imprudente interrumpa) y una botella de agua mineral, para mitigar el ardiente sol. Exactamente treinta minutos después, aparece el ‘Flaco’, con la indumentaria de entrenamiento de la selección. Está distendido, saluda amablemente y se sienta. Él, cara a cara, con el diario que más ha cuestionado su trabajo, y la verdad. Es hora de preguntar.

¿Usas el cabello largo por rockero?
Es un gusto que nada tiene que ver .

¿Haces dieta para estar tan flaco?
Si en Perú no comes bien, dónde vas a comer.

¿Entonces?
Es mi contextura. No engordo.

¿Plato que ?
Lomo saltado.

¿Con huevo encima?

No, mucha grasa.

¿Otro?
Cebiche sin ají.

¿Salsero?
Cuando era jugador, llegué a Colombia y le agarré el gusto.

¿Y bailas?
En casamientos o quinceañeros.

Autocalifícate.
Doy pelea.

¿Sacas buena nota?
No sé si apruebo, ja, ja.

¿Otro género?

De tanto llevarlo a mi papá a escuchar tangos, escucho temas de Roberto Goyeneche y Julio Sosa.

Eres de la época de Sui Generis, donde se juntaron Charly García y Nito Mestre.
Sí, pero solo pude conocer a Nito cuando era técnico de Talleres de Córdoba, con Charly jamás hablé.

¿Un grupo de tu preferencia?
Bon Jovi y Aerosmith, pero sus temas lentos.

¿Cuántos defensas te jalaron el pelo?
Soy de la época dura, cuando iban con todo y no había tantas cámaras. Me tocó algunas veces.

¿Detallista?

No.

Un acto romántico.

Decirle a mi esposa ‘vamos a la cancha’.

¿Años de casado?
Me casé en 1985 y nunca me separé.

¡Qué tal resistencia!
(Pone las palmas de la mano hacia arriba, junta los hombros y se ríe).

¿Cuántas veces dormiste en el sofá de la sala?

Nunca, pero sí hemos tenido problemas como toda pareja.

¿La clave para durar 33 años?
Tolerancia y fidelidad.

La señora siempre viene en los momentos especiales...
Y yo, cada vez que me da permiso la Federación, viajo a verla.

¿Te has planteado traerla a vivir contigo?
Está allá con mis nietos, en nuestra casa, además tengo una cuñada autista que está bajo sus cuidados.

Describe la importancia de la esposa.

Es la que cuida el hogar y se aguanta que no estés.

Claro, porque mientras sigas en el fútbol, también eres feliz.
Exactamente. Por eso es que su trabajo es invalorable.

¿Tatuajes?
Ninguno.

¿Te tienta hacerte uno?
No descarto dibujarme algo.

¿Cómo sería?
Quizá la cara de mis nietos o hijos.

¿Qué otro gusto aparte de la pelotita?
Ver fútbol, ja, ja.

¿Cine?
No recuerdo la última vez que fui.

¿Pagas en los restaurantes peruanos?
Algunas veces no me han dejado.

¿Óscar Ruggeri sigue siendo tu mejor amigo?
Lo conocí cuando tenía 11 años, en las inferiores de Boca Juniors.

¿Siguen hablando?
La amistad no ha cambiado. Nuestros hijos ya no se frecuentan como nosotros, porque cada quien toma su rumbo.

En 1985, chocaron en la final de la Copa Libertadores, en un América de Cali-River Plate.
Y me ‘rascó’.

¿Se olvidó de que eran ‘causas’?
Sí, ja, ja.

Es un multicampeón.
Ahora cada vez que le preguntan sus campeonatos ganados, le suma los de las pichangas.

El hincha te llama...

Las mujeres ‘profe’ y los hombres ‘tigre’.

Todo un ‘héroe’ de la patria.
No lo creo.

Tú no, pero la gente sí.
Sabemos que alcanzamos una alegría muy grande, pero ya pasamos ese objetivo y ahora toca buscar otro.

Imagino que por donde vas te rodean de afecto.
Salgo muy poco, pero puedo decir que me dan mucho respeto ahora que clasificamos a Rusia y también cuando los resultados no se daban. Por eso estoy muy agradecido con el Perú.

Don Alberto Gareca debe estar muy orgulloso de ti.
Mi papá creía en mí, incluso más que yo mismo.

Te tuvo mucha fe.
Yo era arquero en Tapiales, mi pueblo. Pero en las tardes, en la canchita ubicada al lado de la iglesia, jugaba de delantero y mi viejo me veía y sin decirme nada, me inscribió para una prueba en Boca Juniors.

Buen ojo.
Cuando llegó la invitación, fue de 9 y me quedé.

¿De dónde nace tu hinchaje por Vélez?
Por él.

¿Por eso lloraste cuando saliste campeón con el equipo?
Él estaba convencido de que sería entrenador del club y cuando lo logré ya no estaba entre nosotros. Estoy seguro de que sigue a mi lado.

Muchas gracias por su tiempo, pero sobre todo por abrir su interior a los lectores de Trome.

A ustedes, por esta entrevista y a su público, que siempre apoye a la selección.

(Fernando 'Vocha' Dávila, José 'Huachano' Lara)

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