Ricardo Gareca no pierde la sonrisa ni el sentido del humor, pese a la ansiedad que vive con la selección peruana a puertas de los decisivos partidos de la próxima semana ante Bolivia y Venezuela. El ‘Tigre’ se sorprendió al conocer a un aficionado que se autocatalogó como su doble y le solicitó perpetuar el momento con una fotografía.
MIRA TAMBIÉN: Cuto Escribe: El Gran Show, mi restaurante Cuto 16 y cómo volví a vivir
El entrenador se mostró con mucha calma y seguridad en el primer entrenamiento de la ‘Blanquirroja’, donde compartió momentos de importante charla con Aldo Corzo, quien regresa al equipo tras una ausencia producto de una lesión de rodilla. También tuvo un diálogo con Jefferson Farfán tras las situaciones que vivió producto de la celebración de su cumpleaños 37.
El ‘Tigre’ acompañó, como en pocas ocasiones, a los jugadores en sus trabajos de gimnasio, luego completaría la jornada con dinámicas de campo junto a un grupo reducidos de convocados donde no participó la ‘Foquita’. Tras esta primera jornada el argentino abandonó la Videna sin imaginarse que se encontraría una ‘sorpresa’ cruzando el portón principal.
LEE: Juan Carlos Orderique estrenó ‘EXTASÍADOS’, su nuevo programa en Trome: ¡Nos fuimos a Gamarra!
Ricardo Garca se vaciló con su clon
“Pensá. Abrime, che, para tomarnos una foto”, gritó un veterano hincha de la selección de largos cabellos rubios y figura delgada. Era imposible que el DT no reconociera el parecido físico del hincha. El entrenador sorprendentemente bajó la luna de su carro para atender el pedido de selfie del simpático aficionado. “Tiene que ser a distancia...” y con buena actitud posó levantando el dedo pulgar en señal de aprobación.
TE PUEDE INTERESAR
- El Bombardero: Algunos muchachitos de un equipo que jugará la final estuvieron en la fiesta del ‘10 de la calle’
- ¿Qué dirá ‘La Foquita’? Cuto afirma que ‘Kukín’ fue el real ‘10 de la calle’
- Alianza Lima confirmó que diez jugadores de su plantel dieron positivo a pruebas de coronavirus
- Jonathan Maicelo: Este fue el mensaje que le dejaron junto a una granada en su local de comida