¿Ricardo Gareca debe continuar como entrenador cuatro años más?. Sí claro, por supuesto. Pero como entrenador de algún equipo argentino, de una escuadra brasileña o de uno esos clubes de Emiratos Árabes que tienen nombres impronunciables pero que se hacen entender con millones de dólares en la mano. Hablar de la renovación de contrato de un técnico que tiene a Perú octavo de diez equipos en las Eliminatorias, solo por encima de los limitados Bolivia y Venezuela, es una locura.
Ricardo Gareca puede tener las mejores intenciones (como Maturana, Bengoechea o Markarián) pero eso no alcanza para el salto. Se habla que el técnico logró compromiso, descubrió jugadores, apartó a los indisciplinados y devolvió carácter al juego nacional. Se entiende que el fútbol genere diversas opiniones, pero estas no pueden crear una venda que cubra los ojos.
¿Qué es encontrar compromiso? ¿Que los jugadores no lleguen y se juergueen, salgan en programas de espectáculos o hagan chacota? No podemos elogiar algo que es una obligación evitar. Tampoco se debe olvidar que el mismo DT dijo que él "no se metía en la vida privada de sus futbolistas". Avancemos, los jugadores que - según algunos - Ricardo Gareca ha potenciado o descubierto.
El portero Pedro Gallese ya había jugado cinco partidos con Pablo Bengoechea antes que llegara Gareca. En el lateral izquierdo, el DT probó a Jair Céspedes, Yoshimar Yotún y hasta al desastre Juan Vargas antes de darle chance a un Miguel Trauco que solo ha jugado 4 partidos estas Eliminatorias. Lo de Renato Tapia es más lógica que sorpresa y lo de Christian Cueva - sin desmerecer - no pasa de goles de penal y mala definición en jugadas.
Apartar a los indisciplinados es algo que ya había hecho 'Chemo' Del Solar durante su paso por la selección y lo del carácter es muy relativo, porque de qué vale ir al piso o carajear, si seguimos fallando en pelota parada (que se supone el DT trabaja), somos la segunda peor delantera de las Eliminatorias y la tercera defensa más batida. Además Gareca tampoco ha cambiado el tema de las concentraciones donde se les da días o tardes libres a los jugadores y se permite hasta el ingreso de un "mago" (¿?).
Más que renovar un contrato, renovemos el sentido común.