No toleró el marcador y la emprendió contra los suyos. Sergio Ramos, capitán de Real Madrid, descargó toda la impotencia de quedar eliminado de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu y descargó la frustración con sus compañeros de equipo.
El penal del brasileño Casemiro contra Luis Suárez fue la gota que derramó el vaso de la paciencia para Sergio Ramos. El referente no reclamó al brasileño la acción, sino a los compañeros que cuidaron su posición y a quienes no hicieron la cobertura adecuada.
Dani Carbajal y Luka Modric fueron los jugadores regañados por Sergio Ramos, púes Luis Suárez ingresó con total facilidad por la banda izquierda que ellos tenían que defender. Una situación similar sucedía minutos antes en el autogol de Raphael Varane y el capitán merengue no podía creerlo.
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