Benjamin Mendy ha vuelto a ser noticia otra vez en Inglaterra. El futbolista de Manchester City, acusado por siete cargos de violación sexual, fue trasladado de prisión por temor a su seguridad. Inicialmente, el francés, que está encarcelado preventivamente, estuvo en Liverpool y ahora pasó a la HMP Prison de Manchester, también conocida como Strangeways.
De acuerdo con información publicada por el periódico The Sun, las autoridades penitenciarias de Reino Unido aprobaron la mudanza, pues la integridad física del jugador y el otro acusado (Louis Saha Matturie) no estaba totalmente garantizada. Así que el pasado 23 de diciembre, un día después de conocerse un nuevo cargo contra el galo, se realizó el proceso.
“Tanto Mendy como Matturie han sido trasladados porque su caso tiene un perfil muy alto. Eso puede conducir a problemas de seguridad y manejo de prisioneros y se consideró que las condiciones de Categoría A podrían estar mejor equipadas para lidiar con cualquier problema potencial. El Servicio Penitenciario tiene la responsabilidad de gestionar a los presos de la forma más segura posible”, dijo una fuente de HMP al diario.
Strangeways es una de las cárceles “más duras” del país. En este lugar están internados peligrosos delincuentes y asesinos, cuyos casos son de conocimiento público. Por si fuera poco, la misma fuente, reveló que las autoridades deben estar muy atentas por la presencia de fanáticos del Manchester United en el lugar.
“Su otro problema [para Mendy] será la cantidad de fanáticos del Manchester United allí. Gritarán su nombre durante semanas para que no duerma mucho, especialmente porque está acusado de delitos sexuales”, indica la nota del medio británico.
Mendy debía ser juzgado el próximo 24 de enero, pero la audiencia recién se realizará a fines de junio. No obstante, este viernes el jugador francés acudirá al juzgado para declararse culpable o inocente por los últimos cargos presentados contra él.
El lateral galo estuvo en las filas de Olympique Marsella y luego pasó al Mónaco. En 2017, Manchester City compró el pase del deportista de 27 años por 60 millones de euros. En agosto último, el club de la Premier League fue suspendido, antes de ser ingresado a prisión por las autoridades locales.