Stefano Peschiera pertenece a ese exclusivo grupo de peruanos que saben lo que pesa una medalla olímpica sobre el pecho, tras su hazaña en la modalidad de Dinghy en París 2024. El atleta se dirigió a todos sus seguidores para gradecer el apoyo y contar los pormenores de una mañana inolvidable para todo el Perú.
“Esta medalla significa un sueño cumplido, desde que era un niño de 5 años y mi abuelo me enseñaba a navegar. Este deporte bonito es muy complicado”, expresó.
El atleta pidió romper con un viejo paradigma nacional. “Me da mucho orgullo, mucha felicidad y es el fruto de un trabajo bien hecho, muy profesional. Le agradezco a mi equipo y a todo el país que me apoyó en las buenas y en las malas. Eso es lo que queremos que un peruano no sea enemigo de otro peruano”, señaló.
El momento de los resultados fue un instante lleno de angustia para el deportista. “La verdad es que no lo creía, tuve que confirmarlo en el bote que ponía los resultados y cuando vino mi entrenador no lo podía creer. Entre en llanto y eso que yo no soy de llorar”, relató.
Una penalización de los jueces no lo amilanó y buscó remontar la adversidad. “La carrera fue la regata que más altos y bajos viví, una montaña rusa. Venía con la ‘medalla asegura’, porque venía delante de tres y cuando me sacan la bandera se me cayó el mundo. Tuve que ir a buscar al inglés y tuve que salir hacer mi trabajo”, señaló.
“Hace muchos años que es mi objetivo y no sabía si lo iba poder conseguir como muchos atletas que lo buscan y no lo logran. Hoy salí darlo todo”, concluyó.
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