Mi gente de ‘La fe Cuto’, luego de las dos ediciones con mi sobrino Edison Flores, estrenamos una íntima charla con nuestra medalla de bronce Stefano Peschiera. Nuestro campeón suelta todo el aguadito.

En la entrevista que se realizó en Paracas, Stefano Peschiera cuenta cómo fueron sus inicios en el deporte de la vela y cómo casi tira por la borda sus sueños. Gracias al apoyo psicológico pudo sobreponerse y subir al podio. No se olviden siempre que la fe es lo más lindo de la vida.

Ha sido el tercer año de tu participación en las Olimpiadas... ¿Cómo fue esa espera de ese premio que estabas esperando?

Las olimpiadas son cada 4 años entonces es difícil... tres olimpiadas con 12 años de trabajo, trabajar 4 años para no cumplir tu objetivo es duro, también nos ha pasado cuando no hemos clasificado al mundial, esa decepción es grande. En París se desbloqueó ese sueño cumplido de ganar una medalla olímpica, es un honor para mí y creo que es un orgullo de habérsela podido regalar al Perú, un país que tanto lo necesita. Es un montón de sacrificio, trabajo.

¿Qué se te viene a la mente cuando te dicen que has ganado la medalla de bronce?

Mi abuelo que me inculcó ese deporte, mi abuelo Alfonso que ya no está con nosotros, tuvo que ver las olimpiadas desde el cielo, como tu papá que nos ve ahora, pero creo que hay conexión, cuando uno sabe que la persona que quiere está en todos lados y que te está acompañando en el mismo bote en mi caso, te da esa fuerza y esa motivación para salir a darlo todo, apenas crucé esa línea de meta, yo estaba un poco molesto porque no hice una final buena pero habíamos ganado la medalla pero ya el trabajo estaba hecho la semana previa y mi abuelo me ha acompañado con el pensamiento en todo momento y al cruzar, lágrimas de emoción al pensar en él y todo su esfuerzo y sacrificio, porque de él aprendí el tema de la resiliencia, tantas adversidades que le pasaron en su vida y él siguió adelante, él me enseñó eso.

Stefano Peschiera comenzó a navegar con su abuelo desde que era muy niño. Foto: Instagram.
Stefano Peschiera comenzó a navegar con su abuelo desde que era muy niño. Foto: Instagram.

¿No te imaginaste ese recibimiento?

No, yo pensaba que es un deporte que no es muy conocido, el recibimiento en el aeropuerto es para los futbolistas, que la gente va con cariño a conocer a sus ídolos y la verdad es que yo siempre he trabajado para conseguir mis objetivos, darle alegrías al país, para ser un buen ejemplo pero nunca me hubiera imaginado volverme un ídolo, una figura que la gente quiera ir a conocer, tomarse fotos y pasó, en el aeropuerto no te podría decir cuántas pero alrededor de 1000 personas, ahí para mí, tanto la prensa como la gente que quería conocerme, los niños, colegios que venían y al final dije me voy a tomar fotos con todos, era un momento especial para mí también. La gente cree que le estaba cumpliendo el sueño a un niño pero yo también estaba cumpliendo mi sueño de tomarme fotos con la gente, había que aprovechar y lo demás es historia pues.

¡La medalla ya está en casa! Stefano Peschiera, bronce en París 2024, llegó a Lima entre aplausos. (Alessandro Currarino/GEC)
¡La medalla ya está en casa! Stefano Peschiera, bronce en París 2024, llegó a Lima entre aplausos. (Alessandro Currarino/GEC)

Tú te quedaste hasta el último...

Ya no había nadie, era el último en irme, caso, hay un par que bien patriotas pero casi me fui al final, ya estaba llegando tarde a un agradecimiento con la Federación y luego con el comité olímpico pero la prioridad era vincular con esa gente que se había dado el trabajo de ir hasta allá a verme, a tomarse fotos conmigo, esa es la energía que vale para mí, así que hasta el final. Ya no daba más, 12 horas de vuelo, las ojeras... sacas energía de donde sea.

¿Cómo fue tu infancia?

Creo que llena de aventuras, desde chiquito en el balneario de Ancón con mis amigos, perdiéndonos, metiéndonos a nadar, siempre en el mar, corriendo olas, navegando. De hecho, los botecitos que nos daban en la escuela de Ancón nos los llevábamos de paseo por horas, éramos aventureros a lo Colón. Nos íbamos a las islas, dábamos vueltas, buceábamos, jugaba fútbol para mi colegio, en el Regatas, en Lima Cricket, jugaba de delantero. Después cuando se dieron cuenta de mi velocidad me pusieron de extremo, me decían ‘tú llegas al banderín y centras’, potencia hasta el banderín y córner y centro. Esa era la simple digamos. Me costaba girar, aguantarla y dar el toque. Hoy día ya más pausado, con la madurez, físico porque corro, pero de chibolo era más atolondrado. Me mandaban la bola y yo corría nomás, no miraba ni atrás. Mi infancia no me puedo quejar, llena de aventuras, buenos amigos, travesuras saludables, divertidas, con buenas anécdotas.

¿Qué se te viene a la mente de tus promociones?

Sobre todo cuando empezamos a navegar nos metían al cooler, se sentaban y no salías del cooler, te abrían el huequito por donde sale el agua para que respires, abusivos pues. O te empujaban en los arbustos, navegando te chocaban, te daban en el poto y moretón, duro, pero cuando eres mayor te toca a ti.

¿De qué colegio eres?

Yo fui al Markham, colegio inglés. Pero ahora es otra cosa, cinco pisos, estacionamiento subterráneo, en mi época era canchas de fútbol y arquitectura un poco más antigua, pero ahora olvídate el nivel del que estás, las chanchas pareces de billar, mejor que el Nacional. Aurich entraba ahí, yo me he tomado fotos con Chiroque. Quesada ha sido mi entrenador. Iba Cristal también a entrenar, con Pañalón. Me acuerdo que en el recreo ponían las cintas y todo el mundo viendo los entrenamientos de Cristal y Aurich.

Stefano Peschiera, medalla de bronce: en vela, Perú gana presea luego de 32 años París 2024 Juegos Olímpicos
Stefano Peschiera, medalla de bronce: en vela, Perú gana presea luego de 32 años París 2024 Juegos Olímpicos

¿Tú tienes la personalidad y el carácter de tu papá?

Creo que soy una mezcla, mi mamá es una persona muy divertida, extrovertida, cuenta chistes, acá estaría divirtiéndote. Y mi papá es más serio, más pragmático, se toma su tiempo, piensa y da esos consejos que te resuelven problemas importantes de la vida, creo que ese balance me ha ayudado, tengo un poco de ambos. De chico yo era alegre, travieso, me metía en tanto problema, me suspendían del colegio. Pero siempre con buena intención, no había maldad de por medio, era un poco por la tensión y la diversión, al final vas entendiendo y con el deporte se va poniendo más serio, la universidad más todavía. Cuando me di cuenta de que el deporte profesional era de no mostrar debilidades, ya construí una coraza y no enseño mis sentimientos a nadie nunca más y me rompieron el corazón de chico.

¿En cuánto estaba tu IG?

Estaba en 44 mil, no estaba tan mal tampoco, me mantenía, pero mi engagement era malo. El día que gané mi historia la venían 3 mil personas... y el día que gano la medalla, mi historia la ven 110 mil personas. Ahí empezó a subir, estoy en 121 mil seguidores.

Y vas a seguir subiendo...

Al final eso es retribuirles a las marcas que estuvieron conmigo en las buenas y en las malas. Influenciar es bonito, dar el ejemplo a la juventud, a la gente que te sigue. Rendondos por ejemplo. Yo llegué enternado, ahí empecé a ser independiente. Llegue con mis anillados y si me dicen que no, yo me llevo mis anillados. Me siento ahí y empecé a explicar mis cuadros de los costos y les dijimos que quería ganar una medalla olímpica. Me da dieron pero todavía no tenía ninguna medalla pero el jefe me dijo ‘tú estás dispuesto a vestirte de pollo’, y le dije ‘lo que quieras’.

Jajaja...

Me dijeron ‘Te apoyamos’. Ahí se me abrió un mundo. Rendodos me salva y en Tokio me va bien y Rendondos me dice ‘contigo hasta que tú decidas’.

Qué lindo...

Me acuerdo que llegó la medalla Panamericana, el primer fruto importante, me acuerdo que la llevé a la oficina de Redondos, la gente ya no me decía Estéfano, me decía Rendondos. Y cuando llegó la medalla olímpica, les dije ‘se la regalo’.

Peru's Stefano Peschiera trains between races of the men’s ILCA 7 single-handed dinghy event during the Paris 2024 Olympic Games sailing competition at the Roucas-Blanc Marina in Marseille on August 1, 2024. (Photo by Christophe SIMON / AFP)
Peru's Stefano Peschiera trains between races of the men’s ILCA 7 single-handed dinghy event during the Paris 2024 Olympic Games sailing competition at the Roucas-Blanc Marina in Marseille on August 1, 2024. (Photo by Christophe SIMON / AFP)

¿Cómo es el deporte de la vela?

Completo. Es un tema físico, mental, es un deporte en el que tienes que estar en un estado físico completo, paso tiempo en el gimnasio, en la bicicleta. Rencontra completo, la parte física es recontra dura. La regata dura una hora, la carrera, después viene la segunda carrera del día, son dos por día, pasamos cuatro horas al día en el agua, pero ahí no acaba, son seis días de competencia, a veces tienes que ser tú mismo tu terapeuta, tienes que hacerte tus masajes a la pierna para que se suelte, comer bien, dormir bien, son seis días de competencia. De chico empiezas con todo pero se te va la gasolina y no llegas, así que tienes que ser experimentado para guardar energía para los otros días, no solo es un tema de salir, es un tema de ser disciplinado, la experiencia pesa un montón porque te tienes que conocer a ti mismo.

Claro...

Después viene la parte técnica para saber cómo llevar el bote para desarrollar la velocidad y luego viene la parte estratégica. Yo voy a Marsella hace cuatro años, ni siquiera puedo ir en cualquier momento, tengo que ir en la misma época de los juegos olímpicos porque los vientos cambias con las estaciones. Ahí vas anotando y los meses previos a las olimpiadas estudias, las semanas previas botas todas tus notas porque el flow no sale si lo fuerzas, eso me pasó en Río, me acuerdo que salía con una americana, era mi enamorada y ella también fue a las olimpiadas en vela, me pasó toda la información del equipo gringo, tenían todo, como la Nasa, tenías escritas las corrientes, la luna, todo. Yo que he estudiado Física también, enamorado de toda la información y de la americana también, y me quedé demasiado en los números, cuando salí a navegar, las condiciones cambian en todo momento, tienes que estar en todos tus sentidos para improvisar y adaptarte a los cambios y la fregué. En Tokio fue distinto pero todavía había mucha información y en Marsella guardé todo y así fue y la verdad dejé que salga el talento.

Stefano Peschiera clasificó a la regata final en París 2024. (Foto: IPD)
Stefano Peschiera clasificó a la regata final en París 2024. (Foto: IPD)

¿Cómo haces para motivarte?

Dependemos mucho de la naturaleza. En la vela pasa que un día no tienes mucho viento o hay demasiado viento y no puedes correr, el bote no va porque no tenemos motor y si hay mucho, se rompe todo, te toca esperar, en tierra o en el mar. Tienes suerte si te postergan en tierra, porque tienes tiempo para comer, para estar con la gente, pero si te postergan en el mar sí la pasas mal, yo me mareo, la gente no me lo cree, pero cuando estoy compitiendo me distraigo y no me mareo, pero cuando estás esperando me empiezo a marear y me tomo un gravol, hasta he vomitado en el mar nomás, normal. Nadie que navega se marea, mi caso es especial, en las olimpiadas no me mareé felizmente.

6. Stefano Peschiera logró un bronce en la especialidad Dinghy de la vela olímpica de los Juegos de París-2024, regresando a su país al medallero por primera vez desde Barcelona-1992. Nuestro representante finalizó sólo por detrás del australiano Matt Wearn y del chipriota Pavlos Kontides en la prueba disputada en la sede de Marsella.
6. Stefano Peschiera logró un bronce en la especialidad Dinghy de la vela olímpica de los Juegos de París-2024, regresando a su país al medallero por primera vez desde Barcelona-1992. Nuestro representante finalizó sólo por detrás del australiano Matt Wearn y del chipriota Pavlos Kontides en la prueba disputada en la sede de Marsella.

El tema de la concentración y la motivación cuesta. En las olimpiadas terminamos los cinco días de clasificatorias, que fueron dos regatas por día, ocho carreras que contaron y el día de la final nos tuvieron esperando todo el día porque no había viendo, en Francia en verano viene el viento de los Alpes en la mañana pero en verano hay mucha calor entonces ese viento que es frío choca y no entra tan fuerte. Normalmente tienes un día de vientos muy fuertes pero los siguientes tres días se muere todo el viento y no hay nada, tienes suerte si te entra un conchito de viento. Justo pasó eso, entró ese mistral y los dos días de la final pasó esto de esa caída de viento entonces el primer día de la final no se corrió. Pasó lo mismo en el surf. El día de la final, pasó de nuevo, estábamos cruzando los dedos pero todo eso causa ansiedad, ¿cómo consigo motivación? creo que lo primero que pienso es que todos estamos en la misma situación, todos estamos esperando y lo segundo es que nosotros somos latinos, los latinos se juntaron conmigo y empezamos a jugar juegos, nos distraemos.

¿Y cuando estás con hambre?

En el agua no puedes comer nada muy pesado, mi horario es muy difícil. Si la partida es a las 12, a las 11 estoy en el agua y a las 10:30 tengo que estar almorzando, desayuno a las 7:30, avena o cereal, huevos, frutas y a veces jamón. A las 10:30 un plato de pastas bolognesa, que no sea pesado. Si pasas una hora en el agua, ya quemas todo, es más, bajamos como un kilo y medio por día. Si alguien quiere bajar de peso, al agua. En el agua comes barras de cereal, plátano, geles.

Stefano Peschiera acabó tercero en el segundo día de vela en París 2024. (Foto: Getty)
Stefano Peschiera acabó tercero en el segundo día de vela en París 2024. (Foto: Getty)

¿Cómo es la competencia?

En una maratón, el que queda primero gana, si quedas 300, quedaste puesto 300, pero en la vela, éramos 43 en las olimpiadas, si tú quedas primero, te dan un punto, 17, 17 puntos y así fijo, porque es un orden de llegada. Yo el primer día en las olimpiadas llegue sexto y primero, entonces se suman siete puntos y venía ganando las olimpiadas porque el australiado metió 12 y 2, tenía 14 puntos, yo le venía ganando a él por siete puntos, pero era el primer día. Son cinco días de clasificatorias y la final. Vas acumulando tu puntaje y de las 10 pruebas que haces en clasificatorias descarta la peor, mientras menos puntos tienes mejor, como el golf.

En la vela también hay cosas raras que pasan...

De todo, es un deporte individual y compites con 43, ellos te bloquean, te cubren el viento a propósito, tienes que pensar en el posicionamiento. La carrera dura una hora y cometes un montón de errores porque no controlas la naturaleza, la cabeza es muy importante, si pierdes la cabeza porque otro te bloqueó, te pones más negativo y empiezas a cometer más errores. No puedes controlar todo, sino sería Eolo, el Dios del viento. Hoy en día soy una maquina, un robot, mentalmente se enfoca en tomar la mejor decisión, no pienso que voy ganando, no me distraigo ni en las consecuencias.

Nunca había ganado una regata en las olimpiadas, ni en Río ni en Tokio, ganar una regata es especial, no mucha gente gana regatas en las olimpiadas, porque son cada 4 años y solo son 10 por campeonato y somos 43, esa segunda regata del campeonato venía ganándola y por ventaja porque tomé buenas decisiones, el campeón olímpico de Tokio venía atrás mío, de segundo, que al final ganó las olimpiadas, es bicampeón olímpico y estaba en un momento cuando ya no me podía pasar y se me empezaron a salir las lágrimas, sin querer tu mismo corazón te dice, como que te alineas, estás en piloto automático y te salen las lágrimas y no sabes por qué. Luego te empiezan a filmar y también es presión, me empecé a limpiar para que no me vean. Chévere.

¿Qué recuerdos de los Panamericanos de Lima 2019?

Fue el abanderado de la delegación, representando a 568 atletas, pero merecido porque ese año había ganado el Sudamericano y estaba número 5 del ranking mundial, el mejor día de mi vida hasta ese momento y no gané medalla, mis contrincantes me jugaron en contra.

¿Cómo así?

Mi papá estaba viendo las regatas pero la cancha la habían puesto por Pisco, era el único espectador, mis contrincantes me protestaron diciendo que yo tenía dos entrenadores, mi entrenador y mi papá, se abrió un expediente y una protesta, como un juicio, que duró varias horas y no pude regresar al hotel a recuperarme, en mi cabeza me estaban trabajando, me decían de todos los males que me iba a morir, me amenazaban, lo siguieron al día siguiente, nos mandaron a competir, estaba a dos puntos de la medalla de plata pero ya estaba out, metí un fuera de línea, te descalifican y ahí se me fueron las posibilidades de medalla. Y cuando regresé de competir, siguió la audiencia y lo desestimaron, no podían probar que habíamos hecho nada malo.

‘Cuto’ Guadalupe y su entrevista con Stefano Peschiera
‘Cuto’ Guadalupe y su entrevista con Stefano Peschiera

Se jugaron su partido, eras local....

Me ganaron la cabeza. En esa época no era lo maduro que soy hoy en día. Mi consciencia estaba limpia pero pisé el palito y la fregué. No solo me había decepcionado ahí sino en los panamericanos de Toronto, era bien chico, quedé octavo de 18. Fue un golpe bien duro y a los pocos días tenía que decidir si iba a Japón a probar las canchas de las olimpiadas o si me retiraba pero dije, yo voy a seguir. Me fui a Tokio, reconocí la cancha, en ese campeonato le gané al oro y al plata de los panamericanos de acá, una semana después. Después vinieron las revanchas cuatro años después.

Quisiste tirar la toalla...

Llegó un punto que me rehusé. Contraté un psicólogo, que ahora es psicólogo de Alianza Lima, ahora es mi gran amigo, pero empezamos trabajar en distintas herramientas para cambiar ese enfoque y al final el cambio más grande es empezar a hacer las cosas por mí mismo, antes sentía que lo hacía por el Perú, por el IPD, por los auspiciadores, me sentía más pechofrío, no tan comprometido. Cuando cambié el enfoque, que decidí hacerlo por mí mismo, ahí entró un egoísmo saludable de pensar en mí y eso fue lo que cambió mi vida y mi competencia.

En los panamericanos de Santiago ganas la medalla de oro.

Sí. Fue increíble, yo ya venía dos años desde Tokio trabajando en este enfoque, controlando mis variables, el sueño, la comida... en Santiago me sentí inspirado. A mi papá el prohibí que vaya a Santiago, él es mi fan número uno, el vive mis regatas como yo. El primer día venía quinto y el segundo día ya primero, me puse arriba y empecé a meter más puntos a la gente de atrás y gané antes de la final, ahí confirmé que ya estaba listo para lo que se venía un año después, en París.

‘Cuto’ Guadalupe y su entrevista con Stefano Peschiera
‘Cuto’ Guadalupe y su entrevista con Stefano Peschiera

Tú me hablaste de una familia en Italia...

Los Toblini, es un italiano casado con una peruana, Giovana Salazar, a ellos los conocí en 2019, por coincidencia recuerdo que me quedé din hotel. Este lugar en Italia es un paraíso, tiene condiciones de viento todos los días, pistas para montar bicicleta,

¿Cuántos kilómetros haces?

;e hago como tres veces por semana 60 km. Soy afortunado porque tengo pasaporte italiano, mi bisabuelo es italiano. Cogí un vuelo humanitario a Italia y Claudio nos adoptó a mí y a mi sobrino, que iba empezar la universidad allá. Entrené con Robert Scheidt, como el Maradona de la vela, es brasileño, el ganó su primera medalla olímpica cuando yo tenía un año, en el 96, era más tío, pero tenía un nivel a sus 48 años, es fuera de serie, tiene cinco medallas olímpicas, 20 años de campaña, cada cuatro años una medalla, es el mejor velerista de la historia olímpica.

¿Tienes foto con él?

Ahora te cuento. Llamo a Robert y me dice que había un grupo de navegantes e iban a concentrar en Italia y desde chico siempre le interesó entrenar conmigo porque tengo cualidades para viento suave porque en Lima no sopla viento, él se interesó en eso porque nunca deja de aprender, es simple, humilde y siempre te pregunta a ti. Pasé en Italia, en la casa de los Toblini, el mismo lugar donde vive Robert, entrenando seis meses y me volví como el hermano menor de Robert. A él le dio el síndrome de Popoye, se le subió el bíceps. El tipo se volvió mi compañero de entrenamiento para Tokio, nos llevábamos tan bien que me dijo para juntarnos para Tokio para entrenar. Un año y medio de solo aprender del mejor velerista de la historia. Ahí aprendí un montón de cosas, sobre todo de la parte mental. Robert es como mi mentor, mi ídolo de chico. Ahora Robert y yo, somos los únicos del continente americano que tenemos medalla en esta clase, que ha sido dominada por los europeos y los de Oceanía. Es un honor estar a su lado.

¿Cuál crees que fue el momento crucial para ganar en París esa medalla?

Durante las Olimpiadas, creo que una conversación con mi entrenador un día antes de las Olimpiadas, Luis Miguel Camino. Hay que ser humilde en este deporte, acá compites varias carreras, durante varios días, cualquiera de los chicos te puede ganar, hay mucho respeto entre competidores. Hablando con Luis Miguel, me había costado dormir esos días por el calor, y de la nada me dice ‘la verdad yo creo que sí podemos ganar medalla, estás listo’. Mi papá le dijo lo mismo a mí mamá, hubo una conexión y eso me dio la confianza. Al día siguiente salí y lo demás es historia. Luis Miguel no estaba ni sorprendído, para él era un día más.

¿En algún momento soñaste con recibir los laureles deportivos?

Sí, un honor. El día que gané me llamó el presidente del IDP y me dijo que normalmente los laures demoran de seis meses a dos años en gestionar pero que por mi logro, lo habían hecho en dos días. La gestión fue hecha en 48 horas.

‘Cuto’ Guadalupe y su entrevista con Stefano Peschiera
‘Cuto’ Guadalupe y su entrevista con Stefano Peschiera

Qué sentiste cuando te hicieron ese homenaje en el Monumental...

Me sentí tú pues, dije ‘así se sienten los futbolistas’, para ustedes es un día más de juego, en mi caso la única vez que había estado en un estadio así fue en los Panamericanos con la bandera y después en la Clausura de los juegos olímpicos de París. Yo he ido a Norte también, te he visto a ti, mi tío fue el que me inculcó el tema del hinchaje, íbamos a palco siempre y ahora, cada vez que puedo voy a estadio a seguir al equipo y el ambiente está cada vez mejor. Creo que en un momento teníamos 20 mil hinchas y ahora el peor día es 50 mil hinchas, eso llena de orgullo. Un honor, responsabilidad de nuevo, ahí tengo mi camiseta. Yo gané la medalla el día del centenario

¿Ahora que viene para ti?

He estado acostumbrado a tener las cosas planificadas, pensé en retirarme después de París pero nunca esperé ganar la medalla, al ganar la medalla ha cambiado un poco las cosas, no tengo opción de retirarme, vamos a seguir hasta Los Ángeles, creo que eso va ser bueno para seguir motivando a las generaciones. Quiero hacer una maestría y quiero ver si aplico para hacer una maestría pero igual manteniendo el entrenamiento. En dos semanas me voy a Chile al sudamericano a recuperar el título, tenemos que ir a Chile a destronarlo. Y el siguiente Sudamericano es en Perú, en marzo, la idea es ganar en Chile y luego defender en Perú. En corto plazo se viene eso y a largo, la maestría y las siguiente olimpiadas. Se viene el centro de alto rendimiento también, que sea nuestra casa para entrenar.


Contenido sugerido

Contenido GEC