Todo el Perú estaba amarrado a su vela, transpirando emoción, ansiedad y ese deseo de que no se nos vuelva a escapar la gloria. Stefano Peschiera cruzó acompañado por toda una nación esa meta en el mar de Marsella y desató la locura de todo un pueblo que festejó la esperada medalla de bronce en París 2024.
El velerista peruano logró reponerse del golpe emocional de haber estado en el décimo lugar en la primera partida que terminó cancelándose por mal tiempo y en la segunda partida se concentró en sostener el puntaje que había acumulado a lo largo de su participación y no alejarse de en tiempo del primer lugar.
Stefano Pesquiera necesitaba quedar entre los nueve primeros de la regata final para asegurar su permanencia en el tercer puesto general y lo pudo conseguir superando en la última vuelta al representante de Gran Bretaña.
Todos esperaban el resultado de los jueces en Marsella, en París y en todo el Perú donde hubo una tensa espera por conocer al poseedor de la medalla de bronce, después de conocer que Chipre (Kontydes) ganaba la plata y el australiano se quedaba con el oro.
Hasta que el momento llegó y se anunció al peruano acreedor de la presea de bronce tras acumular 100 puntos y dejando al húngaro Vadnai con el Diploma Olímpico ese que ya no queríamos más y lo cambiamos hoy por el glorioso metal.
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