Paseará sobre un caballo y marcará sud despedida
Paseará sobre un caballo y marcará sud despedida

Toda historia, por más maravillosa que sea, tiene un final y lo más importante, lo que se escriba después, puede ser mejor. El Jockey Club del Perú cierra el año con el Gran Premio Nacional Augusto B. Leguía y un detalle importante: la despedida oficial del jinete Edwin Talaverano. Un ganador, leyenda viva del Turf, que dejarás las pistas después de cuatro décadas, aunque haciendo un anuncio que ilusiona.

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Edwin, ¿listo para tu ‘última vez’?

En realidad, no es mi última carrea. Voy a subir a un caballo y pasear. Porque en estos momentos peso 60 kilos y no es el ideal para montar. Se debe estar entre 53 o 54 kilos siempre.

¿Te llenas de nostalgia?

Son 40 años en esta profesión y estoy cansado de andar controlándome los kilos demás.

¿Tan sacrificada es la ‘chamba’?

Hay que cuidarse toda una vida para correr.

¿Y ahora?

Tengo 56 años y ahora disfruto de mi familia y como un poco más.

¿Arrasas con todos platos?

No, porque igual, por la disciplina que tengo durante décadas, como una sola vez al día. Ya se me hizo costumbre.

¿Cómo es la rutina que deben asumir los jinetes?

Después del almuerzo hay que salir a trotar y en la noche solo tomar un vaso de agua.

¿Y si un amigo te dice para degustar un traguito?

Un whisky en las rocas sin mucha agua, porque tú cuerpo se convirtió en una esponja, pero hay una verdad.

¿Cuál es?

Si un amigo te invita a salir y aceptas, ya te estás saliendo de tu ruta.

¿Cuántas veces corren a la semana?

A veces son 3 días y otras 4. Entonces, debes cuidarte todos los días.

¿O sea?

No puedes comer una parrilla, porque después estás pesado.

¿Te lesionaste muchas veces?

He sufrido fractura de rótula, peroné, aplastamiento de vértebra. Una vez caí en plena carrera, me llevaron al tópico, llegué inconsciente y cuando desperté, el doctor me preguntó que recordaba y le respondí: ‘Solo sé que tengo que correr’. No sabía que pasaba.

¿Seguirás ligado a la hípica?

Voy a ser profesor de la escuela de jinetes.

¿Qué se necesita para asumir esta profesión?

Tener ganas, hambre de gloria y olvidarse lo que va a ganar. Y saber que si quieres conseguir dinero tienes que ser bueno.

¿Algo más?

Hay que tener mucha intuición y amor por los caballos.

¿Cómo fuiste tú?

Yo en mis más de 5800 carreras, gané todos los clásicos y fue porque calculaba el tranco del animal.

¿Conclusión?

No es solo dejar que corra el animal. Así como el fotógrafo sabe que luz darle a la foto o a qué velocidad poner su cámara, él tiene que saber llevar al caballo.

¿Qué te dio tu profesión?

Todo. A mis hijos nunca les faltó nada e hice buenos contratos y me llevaron hasta Argentina.

¿Y ahora?

Quiero estar en familia, cocinando para ellos y como profesor mostrándole como es esto.

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